Nicaragua
La Contra por dentro: habla un jefe desalzado
Diez días después de salir de Honduras
para acogerse a la amnistía,
Envío habló con Lester Ponce, un jefe contrarrevolucionario. Es un retrato de la contrarrevolución "desde dentro".
Equipo Envío
"En Honduras han dicho que los sandinistas me descuartizaron. Pero aquí estoy: vivo, tranquilo. Las garantías del cumplimiento de la amnistía son reales". Quien habla es Lester Ponce, que hasta el 17 de agosto fue Jefe de Inteligencia de la FDN en la zona fronteriza hondureña de El Paraíso.
34 años. Le llaman "Negro". Habla lento, pensándolo bien, calculado, cortado; pero tiene ganas de hablar. Un contrarrevolucionario que se acogió a la amnistía, entre los muchos que lo están haciendo tras la firma de los acuerdos de Esquipulas. Desde el caso de Efrén Mondragón, ex-guardia somocista, acogido también a la amnistía en marzo/85- no se había dado el desalzamiento de un contrarrevolucionario de tan alto nivel. Mondragón era Comandante de Fuerza de Tarea, hasta ahora el más alto en el nivel militar. "Yo soy el único que se ha venido de la inteligencia. Considero que soy el de más rango en esa línea. Es bien difícil que venga otros, porque la mayoría de los que están en la inteligencia son guardias somocistas", dice Lester.
Habla por Radio Segovia, emisora estatal en la ciudad de Ocotal, para que a través de las ondas lo oigan en Honduras los refugiados que allí viven, muchos de ellos con familiares en la contrarrevolución. Para que tal vez lo escuchen los comandos en los campamentos contras. "Yo sé que muchos están a la expectativa de los resultados de Esquipulas, esperando la credibilidad de la amnistía. Y yo les digo: aquí no hay ningún problema. Realmente, he quedado asombrado porque he recibido más de lo que esperaba, no he tenido ningún maltrato, he recibido todas las garantías..."
En septiembre, Lester Ponce fue elegido miembro de la Comisión de Paz de Ocotal, su ciudad, encargada de recibir a los desalzados y organizar su reintegración a la comunidad. Cientos de estas Comisiones se han ido creando por todo el país para favorecer el desalzamiento de los contras y su amparo bajo la ley de amnistía.
El 27 de agosto, a los 10 días de salir de Honduras para acogerse a la amnistía, envío habló con Lester Ponce durante dos horas. De esta entrevista - en la que no faltan algunas posibles incongruencias - surge este retrato de un contra y una visión "desde dentro" de la contrarrevolución, que ha sido incapaz de despojarse de su identidad somocista.
"Yo me fui super resentido"PONCE - El 17 de agosto fui a la central de teléfonos de ahí de El Paraíso. ¿En diciembre? No -le digo-, hoy jugamos toda la pelota.Busque a Fabio. Eran las 2 y media de la tarde. Ese mismo día me vine. A las 5 y media me tiré por la frontera, por pasos ciegos, pasos sin control de aduanas. Venía con la señora y dos niños y otro cipote que también se queria regresar a Nicaragua, que se había salido huyendo del servicio militar de aquí. Como me conocía toda la zona, fui a casa a buscar ayuda. Me ayudaron a subir a la señora y dormimos allá esa noche. En la montaña yo me fui a presentar al puesto de guardafronteras: Soy Fulano de Tal, vengo así y así... Quiero que me comuniquen con la seguridad del Estado. Solamente me preguntaron los compas: ¿De dónde viene? Vengo "del otro lado", les dije. Ah, bueno -me dicen- vamos al puesto de mando. Del puesto guardafrontera me llevaron a la Brigada de 3-12, de ahí al Ministerio del Interior. De ahí a Estelí a Operaciones. Y de Operaciones a Managua.
ENVÍO - Ese es el final de la historia ¿Pero el principio...? ¿Por qué te metiste en la contrarrevolución?
Ponce - Ese es un historión bien largo. Yo fui combatiente sandinista. Mi padre me inculcó principios. Mi casa fue la escuela política que yo tuve y de mi casa yo salí para la montaña, para la guerrilla, el 2 de agosto de 1978. Pasé combatiendo. Después del triunfo estuve en el ejército hasta como octubre del 79. Me retiré porque yo soy técnico de administración de empresas y consideré que en ese momento era más útil venir a trabajar a la parte económica, para la reconstrucción del país. Inicialmente, comencé a trabajar en el sector de madera. A los tres meses, después que la empresa estaba en el suelo y la teníamos ya a punto de exportación y todo, me mandaron a uno que fue guardia nacional a sustituirme. A mí eso me golpeó mucho. Enormemente. Me retiré.
ENVÍO -¿Un oportunista?
PONCE - No sé qué era, pero la verdad es que muchos de ellos se declaran socialistas puros, pero yo ni los conozco ni sé lo que son. A mí me golpeó el hecho. Después de esto estuve trabajando en programas a de bienestar social. A los tres meses ahí, no me gustó. Me tiré un tiempo. Anduve de ayudante de bus de una línea de transporte y terminé trasladándome a Matagalpa. En un año y medio había logrado llegar a ser director de una empresa, el gobierno me había dado un curso. Pero en Matagalpa se dieron situaciones que no me gustaban. Privilegios de algunos, las mismas, debilidades contra las que uno había luchado, las debilidades del pasado. Yo había soñado con los cambios de la revolución. Y ver esas debilidades... Fueron cosas que me fueron doliendo. Choques personales. Un día ya tuve un problema y caí preso. Estuve tres meses. Salí en marzo del 84.
Regresé a Ocotal, siempre buscando la línea de ayudar, pues. Creo que ése es uno de mis mejores sentimientos. Con otros compañeros comenzamos a trabajar, tratando de enderezar las cosas, tratando de tomar medidas con el poco conocimiento y los medios que teníamos al alcance. Y ahí comenzó a la división. ¿Por qué? Porque había bastante compañeros torcidos. Esa es la realidad. Estuve un año y renuncié. Al año, comienzo a trabajar independientemente, aserrando madera con motosierra en la montaña. Entonces resultó otro problema: que yo era contra, que mi trabajo en la montaña era porque y era correo, que yo estaba con la contrarrevolución... La realidad es que no. Otro mes preso aquí en Ocotal. Al salir me empezaron a presionar para que perjudicara a ciertos elementos. A mí no me gustó. Un día de tantos estaba con mis tragos y provoqué un problema con la policía. Decidí ya irme. Estamos en julio del 85. Inicialmente, yo llevaba la idea de irme para los Estados. Tenía mi pasaporte y todos mis documentos en regla. Pero salí primero para Honduras, por pasos ciegos, buscando camino. Iba muy resentido, super-resentido con la revolución.
Tres líneas de trabajo contrarrevolucionario
ENVÍO - ¿Ibas para los Estados Unidos y te quedaste con los contras? ¿Cómo fue eso?
PONCE - Todo el que va por veredas a Honduras cae preso. Todo mundo. A todo mundo lo pasan a investigación. Inicialmente, te investigan los hondureños. Y de inmediato, ya pasas a la FDN,. Yo caí preso al otro lado para esa investigación. Estando con FDN, me sacó un amigo de antigüedad de la familia y directamente ya me vi involucrado. También el roce, pues, porque cuando llegué a las bases, allá encontré a gente conocida, gente de aquí, incluso gente que había andado también en la guerrilla.
ENVÍO - ¿A que bases fuiste?
PONCE - Estuve en el sector de Capire, Departamento de El Paraíso, en las distintas bases que hay allí. Era julio del 85. Para ese entonces, había más o menos 8 mil comandos, todos estaban en Honduras. Dentro no había. Para ese tiempo, digo. Ahora ya son menos. Al llegar tuve la impresión de los campamentos guerrilleros viejos, pero con un grado de organización más serio. Aquello era un ejército completo, desde sus pertrechos. ¡Todo! Un excelente ejército en cuanto a la logística, con comandos bien entrenados...
ENVÍO - ¿El "comando es el soldado?
PONCE - Sí, el soldadito, el raso exactamente.
ENVÍO - ¿Y entre ustedes se llaman "contras"?
PONCE - No, eso no se usa. Se dice "comandos".
ENVÍO - ¿Te quedaste con los comandos, pues?
PONCE - No, a mí me llevaron a un lugar que se llama Comando Estratégico, también en Capire. Allí están "El Invisible", "3-80", los jefes, pues. Platicamos sobre el asunto de mi venida, los motivos, que tenía, qué pensaba con respecto a ellos... Como a los diez después me mandaron a llamar para comenzar el plan de trabajo.
ENVÍO- ¿Y no dudaron, habiendo sido antes guerrillero sandinista?
PONCE - A mí me plantea 3-80, que Enrique Bermúdez pues, el Coronel de la guardia de Somoza, un trabajo en inteligencia militar. No es cualquiera que puede hacer eso, no es así al molote que se llega hasta ahí. Eran tres líneas de trabajo. La primera, recopilar toda la información militar de la zona, el control de todo lo que es puesto militar, movimiento militar. La segunda, el seguimiento a los jefes militares, a los dirigentes políticos y a los dirigentes de masas del Frente. Miembros prominentes, pues. Y después, crear un frente estudiantil democrático en la Región I para hacer huelgas y manifestaciones contra el gobierno. Todo ese trabajo era propiamente en mi zona.
ENVÍO - ¿Y qué espacio abarcaba esa zona?
PONCE - Era todo el borde fronterizo, más que todo en la Región I, más o menos unos 60, 70 kilómetros, desde La Dificultades hasta llegar a Duyure. Esa era mi área. Además, yo he penetrado a veces hasta la Costa Atlántica, Matagalpa, Jinotega... Cuando había necesidad de hacer tal trabajo, tal contacto, pero exclusivamente en apoyo de inteligencia.
ENVÍO - ¿Cómo cuántos son los que tienen en la FDN ese mismo cargo de Jefes de Inteligencia?
PONCE - Realmente, no sé cuántos puede haber, pero sí que ese cargo va por zonas. Como Jefe, a mí me dieron dos carnets: el de encargado de inteligencia y otro color gris, que me identificaba ante las fuerzas armadas de Honduras. Con eso, no necesitas ningún tipo de papel, ningún documento, para moverte. Esa era mi garantía por toda Honduras y ante cualquier autoridad militar. Esa era mi garantía por toda Honduras y ante cualquier autoridad militar. Es un carnet super-reconocido, que lo andan nada más los que tienen cargo. Un comando no tiene eso, claro. Los comandos no salen con un permiso que les envían desde el Estratégico o en la misma base. De ahí van a Migración hondureña y les extienden un permiso provisional para que anden fuera sólo el tiempo que les dan de salida, sólo. Yo andaba tranquilo con mi carnet, siempre vestido de civil.
"El comando es un vuelatiros"
ENVÍO - ¿Y los comandos, cómo visten?
PONCE - Ahora van de verde todos, El azul es un uniforme que ya se perdió. Hace años. Algunos que no van a la montaña lo usan como reliquia, porque con azul comenzaron ellos. Pero ahora todos caminan de verde, caminan de "sombrerito", caminan de camuflados... se visten igual que el ejército sandinistas.
ENVÍO - ¿Y qué es lo que hace a diario un comando?
PONCE - Se levanta y va al baño. Hay arroyos para bañarse. Después pasa al "matutino", como le llaman. El que no está de posta, anda de base en base. Algunos juegan béisbol o volibol, porque les llevan sus cuestiones para que se entretengan. Una vida de rutina, pues. Hasta que les dan la misión, hasta que les mandan a ir para lo interno de Nicaragua. Unos van alegres, otros no tan alegres. Pero las órdenes ahí no se discuten.
ENVÍO - ¿Los muertos en combate los dejan en Nicaragua?
PONCE - Sí, casi siempre. Las mismas condiciones del combate no les permiten recuperar a los muertos.
ENVÍO - ¿Y qué dicen cuando regresan a las bases después de un combate?
PONCE - Siempre hablan de victorias. Grandezas. Siempre.
ENVÍO - ¿Y tienen noticia de lo que está ocurriendo en Nicaragua? ¿Oyen la "15 de Septiembre", la "Liberación" ahora?
PONCE - No oyen casi nada. Los que más oyen "la 15" son los refugiados, los civiles. Los comandos, de la "Liberación" lo que les gusta escuchar son los "Cartas de amor a Nicaragua", de Fabio Gadea, y los cuentos de Pancho Madrigal, que eso es ya una cuestión histórica de nuestro pueblo. No leen nada, nada. Allí lo único que se habla es de guerra. Allí no se habla de situaciones políticas, económicas, nada por el estilo. Allí no se habla de adelantos, de educación, de salud, de carreteras, nada de eso. Allí es pura guerra, sólo guerra. Que de aquel lado matamos tantos, que acabamos con un convoy, que matamos tantos "piris"... El comando prácticamente no es nadie. Un vuelatiros: eso es lo que es. No tiene ninguna instrucción política. Sólo son entrenados para combatir y de política no tienen una sola idea. Empezando porque lo que es la relación entre los que son jefes y los comandos no es ninguna.
ENVÍO - ¿Y ellos no se resienten de eso?
PONCE - Cómo no, pero, ¡idiay! la situación que viven tienen que soportarla. Forzosamente tiene que soportarla. Están bajo la presión de la situación por la que vinieron. Es difícil para ellos salirse de eso.
ENVÍO - ¿Consumen droga los comandos?
PONCE - Sí consumen. Marihuana es continuo. El comando más que todo. Ya a nivel de jefes es algo más serio, ya es otra cosa.
ENVÍO - ¿Y comen bien los comandos?
PONCE - No, dinero no. El comando no recibe nada. Nada.
ENVÍO - ¿Quiénes reciben salario entonces?
PONCE - Comienzan a recibir desde los comandantes de cuadro. De ahí, los comandantes de grupo, los comandantes de fuerza de tarea, los comandantes regionales. Todos esos tienen salario.
ENVÍO - ¿Como cuántos...?
PONCE - Depende del cargo.
ENVÍO - ¿Y el salario más alto, cuál es?
PONCE - No podría decirlo, porque en realidad no lo sé, pero sí ganan bastante. Hay gente que vive en casas que valen tres mil, cuatro mil, cinco mil lempiras en Tegucigalpa. Quien tiene tres y cuatro carros y seis, siete empleados. Son los más altos. Por ahí se puede hacer una idea de cuánto pueden ganar. O de cuánto pueden tener ya en sus reservas.
ENVÍO - ¿Conociste esas casas en Tegucigalpa?
PONCE - No, no son muchos los que llegan a conocer ese lujo de ellos. La cúpula nada más. Pero se sabe.
ENVÍO - ¿Y tú recibías sueldo?
PONCE - Cuando manejaba las líneas de trabajo yo recibía 300 lempiras y 50 mil córdobas mensuales, para gastos de mi mantenimiento y gastos de los correos que yo tenía. Pero ese sueldo me lo dieron en cinco o seis oportunidades no más. El resto del tiempo, nada. Decían que había crisis y que mire Lester, que tiene que comprender, que se nos acabó el pisto...
ENVÍO - ¿Y en un jefe como "Tigrillo" cuánto llega a ganar?
PONCE - Tigrillo recibe, creo, unos 3 mil lempiras mensuales. Tiene ciertos privilegios, tiene carro asignado, su buena alimentación. El es alto: un comandante regional.
ENVÍO - ¿Y ha habido más control del dinero a partir de los 100 millones?
PONCE - Desde cuando los 27 millones, que se les perdió un montón de dinero, quisieron poner control. Ahora son los gringos los que controlan el dinero en una oficina en Tegucigalpa. En Tegucigalpa se encargan de todo: hay una oficina de pagaduría, una de suministros y así. La situación a partir de los 100 millones se puso más estricta para todos. Se cortaron bastante los bacanales de los comandantes. Hay todavía, pero menos, y ya no se miran muchos comandantes rebotando de un lado para otro con las cantidades de dólares y de lempiras en la bolsa.
ENVÍO - ¿Y éstos de las casas de Tegucigalpa y los bacanales van también a la guerra?
PONCE - No, ésos no van a la guerra. Dirigen. La mayoría de los que ganan los grandes sueldos dirigen. Los que van a la guerra son los comandos.
ENVÍO - ¿Y Bermúdez va a la guerra?
PONCE - 3-80 no va a ningún lado. Bermúdez nunca ha estado dentro de Nicaragua, nunca ha ido a la guerra. El permanece en el Comando Estratégico en Capire. Ahorita quedó en El Aguacate, controlando desde ahí. Bermúdez no va a la guerra, pero sí camina siempre vestido de militar. De verde.
ENVÍO - ¿No conserva su uniforme de guardia?
PONCE - Pues... Yo no se lo he visto.
"Los guardias somocistas lo controlan todo"
ENVÍO - Se dice que los guardias somocistas controlan la FDN...
PONCE - Y es cierto. Todos los cargos de dirección, todos los cargos de mando, están en manos de los que fueron guardias de Somoza. Allí no hay civiles con mando. La situación es totalmente controlada por Enrique Bermúdez, el 3-80. Podemos decir: Tigrillo es comandante regional. ¿Entonces...? Pero es que Tigrillo es comandante regional por arrastre, por la cantidad de gente que tiene, pero él no tiene mando realmente. El no decide nada. Y además, lo que le hicieron demuestre que ahí quien manda es la guardia.
ENVÍO - ¿Qué le hicieron a Tigrillo?
PONCE - Tigrillo es un civil. Es decir, él no es guarida. El fue combatiente, combatió a la guardia nacional. Es de Yalí, como Coral y como Douglas. Son tres compañeros unidos, de la misma zona y con un arrastre tremendo. Había cuestiones que a ellos tres les chocaban de la manera como se estaba llevando la guerra, con la dirección de la guardia, y de la manera como se estaba llevando la guerra, con la dirección de la guardia, y de la manera como ellos pensaban que debía ser la guerra, por la experiencia que tuvieron cuando ellos combatieron a la misma guardia. Choques, pues. Choques por el poder. Cuando vio eso la guardia, ¿qué le hicieron a Tigrillo? El era uno de los hombres con uno de los mejores comandos regionales. El "Rafael Herrera", con tres, cuatro mil hombres. ¿Qué hicieron? Empezaron a comprarle a sus comandantes de fuerza de tarea con dinero. Al que ganaba cien, le decían: Mirá, hermano, queremos arreglar su situación, nosotros somos los que mandamos: tené, éste va a ser tu nuevo salario, llevate tus hombres, estate independiente... Así, socavando. Entonces, lo llevan de asistente de personal al Estratégico, que no es cualquiera el que llega a ese cargo. pero él no tiene capacidad. Tigrillo es analfabeto y con dificultad escribe. Claro, ellos sabían que no era capaz, pero lo llevan allí, ¿para qué? Para salvarle su vanidad, su ambición. Como a los 15 días de estar en ese trabajo que no puede hacer, le mandan a un comando a que le provoque y Tigrillo lo mata. Era un viejo comando que tenía cinco, seis años de combatir en FDN. Tigrillo cae automáticamente preso y le cae una condena de un años. Después de eso, Tigrillo ya no es nada. El es un "Histórico, pero ya no va a la montaña. Del pleito quedó lisiado y ya no puede andar enmontañado. Ya no es un peligro para el poder de los guardias. Ellos elaboran planes así para irse quitando la contraparte civil. Coral terminó sin una pierna. Lo balearon los guardaespaldas de Mike Lima, que fue guardia. Un pleito por una camioneta y el hombre que va inválido? Douglas se ha salvado porque él permanece más entro de Nicaragua que en las bases, caminando con su gente. Por eso aún no le han podido hacer nada. Porque esos guardias que dirigen, ésos no van dentro. Ni Mack, ¡el famoso Mack, Benito Bravo, que fue guardia! Ese tampoco va a la guerra. En lo que yo tengo conocimiento, las veces que "ha entrado", no pasó de la frontera...
ENVÍO - ¿Y en estas rivalidades, han llegado a matarse entre ellos?
PONCE - Cuando yo llegué se hablaba mucho, por ejemplo, de la muerte del Comandante Suicida. Ellos mismos lo mataron. Le hicieron acusaciones de que estaba vendiéndole armas a la guerrilla salvadoreña y etcétera, etcétera. Pero el asunto es que el hombre también tenía arrastre y los comandos hablaban muy bien de él cuando venían de los combates con él. Lo eliminaron a él y prácticamente a toda su plana. La guardia es realmente la que domina. Y es que los guardias no perdonan nunca a los que tuvieron algo que ver en el derrocamiento de la dictadura?
ENVÍO - ¿Y este total control de la guardia lo conocen los comandos? ¿Cómo se refleja en la tropa?
PONCE - Más que todo se refleja en el tipo de enseñanza política que les dan a algunos cuadros. No tanto a los comandos, que realmente no son nadie. Un día por ejemplo, llegó al Estratégico un periodista que trabaja para Radio Impacto de Costa Rica y para la Liberación: María Travieso. Montaron una reunión en la oficina del 3-80 y mandaron a llamar a comandantes de grupo y comandantes de fuerza de tarea. Yo estaba, me llamaron. Nos sientan y comienzan a pasar un video. De cuando Robelo visitó Cuba, de cuando Cruz fue del Grupo de los Doce, de cuando trabajó con los sandinistas... Todo eso. ¿Qué les decía después 3-80 a los comanditos?: ¡¿A quién quieren ustedes, a estos "piris" arrepentidos?! Todo eso para crear la división. Para asegurarse su base social, para el mantenimiento del poder.
ENVÍO - ¿Cuando sucedió eso, Arturo Cruz estaba todavía en el directorio del FDN?
PONCE - Claro. Todo esto lo hacen a espaldas de ellos. Quien controla es la guardia, definitivamente.
ENVÍO - ¿Y Calero?
PONCE - Calero va por el Comando Estratégico para hablar directo con Bermúdez y los demás comandantes regionales. Va a coordinar trabajos.
ENVÍO - ¿Quién tiene más peso entre los civiles de la cúpula?
PONCE - Definitivamente, Calero. Tiene poder en la mano.
ENVÍO - ¿Y ahora, con la nueva "Resistencia Nicaragüense"?
PONCE - Siempre Calero. Antes y ahora. Calero y Bermúdez por encima, claro.
ENVÍO - ¿Oiste hablar alguna vez de Pastora? ¿Que piensan de él en la FND?
PONCE- Lo que yo vi y oí es palpable: Pastora nunca fue ni va a ser alguien entre ellos. Nunca. Exactamente, por ser piri. Incluso, se habló en cierto momento de que probablemente Pastora iba a venir a controlar ciertas situaciones de FDN. Y eso fue una bomba completa. que no, y que no y que no. Y en el caso de Pastora es peor, porque le tienen recelo en la parte militar. Una llegada de Pastora allí perjudicaba mucho a la guardia. Por eso lo repelen totalmente. Pastora no es ni nunca ha sido hombre de confianza de ellos. Tampoco de los gringos.
"Mientras haya Reagan hay Contra"
ENVÍO - ¿Y quién está por encima de Bermúdez?
PONCE - Los gringos, indiscutiblemente, Allá en el Estratégico está la oficina de la CIA, allá están los gringos. Ellos son los que deciden. Los dos jefes que hay en el Estratégico, el 3-80, Bermúdez, que es el jefe militar y El Invisible, que es Rodolfo Ampié, ex-teniente de la guardia, que es el jefe de inteligencia, están subordinados a ellos. Todas las orientaciones y todo lo que se va a hacer lo hacen siempre de acuerdo con los gringos.
ENVÍO - ¿Y esto ha sido siempre así?
PONCE - Siempre. La presencia de los gringos ya directa, en las bases en los campamentos, se incrementó después del 84, pero siempre fueron ellos los que decidían. Ha habido también ex-combatientes del Vietnam que han andado dentro de Nicaragua combatiendo con los comandos.
ENVÍO - ¿Y alguno ha caído en combate?
PONCE - Yo no lo sé directamente, pero es probable pues. Entran supuestamente a recoger datos periodísticos, pero la verdad es que entran a combatir. Forzoso que alguno haya caído.
ENVÍO - ¿Tenías relación en tu trabajo con los gringos?
PONCE - No. Mis contactos eran el 3-80 y el Invisible. Poca relación tenían con los gringos, pero sí los miraba ahí. Yo he visto allí a senadores republicanos y demócratas, a representantes, a muchos políticos gringos. Todos pasan por allí, visitan el Estratégico constantemente.
ENVÍO- ¿Podrías decir los nombres de algunos?
PONCE - No, realmente, no. También pasa que cuando se da este tipo de visitas cierran el campo.
ENVÍO - ¿Y cuál es la relación de los norteamericanos con los comandos?
PONCE - Se interesan mucho por ellos. No en el entrenamiento directo de ellos, al menos que yo tenga conocimiento. Ellos están en otro nivel. Están ahí para decidir. Porque cuando quieren entrenar gente en nuevas especialidades, se los llevan a los Estados Unidos. Directamente. En noviembre y diciembre del 86 se llevaron comandantes de fuerza de tarea y comandantes de grupos para entrenarlos ellos, pero en los Estados. Los llevan por un período de dos meses. A los comandos de los campamentos de Honduras los ayudan, se interesan por ellos. El acercamiento de los gringos de los comandos es distinto al que tienen los guardias.
ENVÍO - ¿Tratan mejor los gringos que los guardias?
PONCE - Así es. ¿Y por qué? Porque ellos saben quién es el que está realmente haciendo la guerra, quién les está sosteniendo. Ahí no es Bermúdez, ahí no es el Invisible. Son los comandos, que son los que menos reciben. Los gringos saben eso muy bien.
ENVÍO - ¿Y están al tanto los comandos de lo que dice Reagan sobre ellos, los "luchadores de la libertad"?
PONCE - Hasta de esas noticias llega poco. Ya le dije, ahí solo se habla de guerra, sólo se sabe de guerra. Pero sí, a veces llegan periodistas y reúnen a comandantes, a 30 ó 40, y les pasan una película de Reagan. Para ellos es una gran cosa llegar a sentarse frente a una tele y que les pasen un video del señor Reagan. ¡Eso es grande para ellos!
ENVÍO - ¿Por qué los comandos sí tienen conciencia de lo mucho que les está ayudando Reagan?
PONCE- Sí, eso lo tiene claro desde el más chiquito hasta el más grandote. "Mientras haya Reagan, hay contra": ése es el lema. Ahorita con el asunto de Esquipulas, ¿qué dicen?: No importa que no nos sienten a dialogar ni nada por el estilo; nosotros vamos a seguir haciendo la guerra. ¿Por qué? Porque está Reagan Y ahí no se habla de gobierno de los Estados Unidos, no, Ahí es Reagan. Reagan: la persona. Ahí es: "mientras haya Reagan, tenemos billetes".
"Los hondureños o aguantan a la Contra"
ENVÍO - ¿Y qué papel juega el ejército hondureño en todo esto?
PONCE - Bueno, no hay ninguna diferencia entre lo que es contra y lo que es ejército hondureño. Trabajan estrictamente ligados, tienen una coordinación total. Es decir, como que fueran el mismo ejército pues. El mismo ejército, sí. En el Estratégico, por ejemplo, hay un encargado de coordinar el trabajo con las fuerzas armadas hondureñas. Allí van a visitar coroneles, mayores, todos... Hay relaciones con la inteligencia militar del ejército hondureño, con la oficina de migración y extranjería, directamente con el destacamiento de "los verdes"... Digamos que son una sola cuestión.
ENVÍO - ¿Y no hay sectores del ejército hondureño que estén contra la contra?
PONCE - Sí, claro, hay algunos que están dentro el verde olivo que no comparten ciertas situaciones del asunto de la contra. Muchos de ellos se quejan. Hay oficiales descontentos porque los contras tienen más mando que muchos de ellos y más privilegios. Y eso choca.
ENVÍO - ¿Y la contra y el pueblo hondureño?
PONCE - Ahí si ya es distinto. Distintísimo. Los contras repelen bastante. Los hondureños no tragan a la contra. No la tolera, ya no. Y es que toda la gente de la zona fronteriza ha sido muy perjudicada por la contra.
ENVÍO - ¿En su producción?
PONCE - No sólo en la producción, sino que en toda esa zona ha habido crímenes. Y la mayoría de las veces los crímenes se han dado por la negativa de la gente a tolerar la presencia de la contra. Y ellos toman represalias y matan gente. Rotundamente, la contra no tiene aceptación. La gente vive en constante reclamo, pero ni ahora ni nunca han estado de acuerdo con la presencia de la contra por ahí.
ENVÍO - ¿Y qué relación tiene la contra con los nicaragüenses civiles refugiados que andan también por esas zonas?
PONCE - En general, el refugiado es considerado como "piri", como sospechoso de sandinista. Hay poca relación entre los comandos y estos civiles.
ENVÍO - ¿Y no recluta gente la FDN entre estos civiles?
PONCE- Pues sí. La inteligencia y contrainteligencia de FDN visita constantemente los refugios para reclutar. Y ha habido reclutamiento a base de halagos, sobre todo. Voluntario -voluntario es bien poco. Además se ha dado el fenómeno de que la mayor parte de la gente reclutada así e ha desalzado después cuando están en Nicaragua. Por eso dicen ahora que todos son "piris". En junio de 1986 se dio el último reclutamiento en refugios del que yo tuve conocimiento. La inteligencia hondureña y miembros de FDN hicieron una recluta general en toda la zona de El Paraíso y Danlí. Claro, que FDN mantiene siempre trabajo dentro de los refugios. Tienen orejas, tiene controles.
ENVÍO - ¿Cómo es la vida de estos civiles refugiados en Honduras?
PONCE - Muy difícil. Cuando más trabajan ,son dos, tres días a la semana. Ganan tres lempiras diarios y la comida: arroz y frijoles. La situación es bien difícil, porque la situación económica que vive Honduras es supercrítica y el hondureño se queja, porque el nicaragüense refugiado llega a quitarle el trabajo.
ENVÍO - ¿Estos nicas están legales en Honduras? ¿Con qué papeles andan?
PONCE - La verdad es que la mayoría de ellos se movilizan con unos permisos de migración por los que uno paga 5 lempiras mensuales. Porque allí no es así no más que se consigue una tarjeta de residencia, que cuesta unos 600 lempiras. Ninguno de los que salen de Nicaragua está en capacidad de pagar eso.
ENVÍO- ¿Y ahora con lo de Esquipulas, regresarán a Nicaragua?
PONCE - Muchos quieren venir. Muchos. Ya están viniendo. La gente no quiere ya estar del otro lado. Y hay bastante gente al otro lado. Por ejemplo, tantos muchachos que se fueron de Nicaragua huyendo el servicio militar para ir a caer al otro lado en el otro servicio, el de FDN.
ENVÍO - ¿Qué necesita la gente del otro lado para decidirse a venir?
PONCE - Bueno, Esquipulas ayuda enormemente. La amnistía de Esquipulas, pues.
ENVÍO - Pero amnistía había desde 1985 para el que quisiera regresar....
PONCE - Pues sí. Yo sabía de esa amnistía, pero no quería aventurarme. Con Esquipulas sí. Se siente más garantía. Eso mismo le pasa a muchos. Pero más que todo hace falta el apoyo de la familia. Que sus familias aquí en Nicaragua les digan la verdad de cómo está la cosa aquí. Que sí, que es cierto, que estamos medio jodidos, pero aquí se vive, pues. Y allá no tienen ni para la leche de lo niños ni comen a veces. Aquí hay problemas, pues, pero sinceramente, lo que se oye allá de que este pueblo se está muriendo de hambre, de que este pueblo anda desnudo, de que este pueblo anda descalzo... Yo vengo y miro que todo mundo come, que todo mundo anda tranquilo. Yo no esperaba encontrar esto tan tranquilo. Los del otro lado tienen que saber esto para decidirse a venir. Que no van a ser carga para su familia, que sus familias los apoyan...
ENVÍO - ¿Y cómo se han ido enterando de la amnistía los refugiados?
PONCE - Bueno, ellos escuchan. Radio Segovia de Ocotal ha jugado un papel importantísimo, pasando mensajes, dando avisos de la amnistía, palabras de los familiares de aquí a los de allá.
ENVÍO - ¿Y en los campamentos de la contra se oye también la radio?
PONCE - Bueno, ahí ya es más difícil, con los comandos. Porque oír Radio Segovia no se puede. Te señalan. Además, el problema de los comandos es que ellos no pueden buscar una ruta como la que busqué yo para pasar la frontera, porque ellos no pueden salir del campamento. La salida es deserción y la deserción es captura o...
ENVÍO - ¿Los matan?
PONCE - Los matan.
ENVÍO - ¿Fusilados?
PONCE - No, allí no hay fusilamiento. Degollan.
ENVÍO - ¿Para atemorizar al resto?
PONCE- Porque es la regla, pues. Ahí la escuela ¡es comando!
ENVÍO - ¿Y a dónde irán los contras que no se desalcen, si Azcona cumple con Esquipulas y quita los campamentos de Honduras?
PONCE - De eso no se habla allí, nadie piensa en eso. Pero va a haber una desintegración total. Esa gente va a quedar por ahí, de cuatreros, de asaltafronteras. Porque, ¿quién les va a quitar las armas? ¿Qué va a hacer toda esa gente? En Honduras no tienen ningún futuro. No sé... Hasta pudieran ir a terminar a El Salvador, para el ejército de Duarte.
No hay ningún proceso en derechos humanos
ENVÍO - ¿Y ese control de la guardia somocista en FDN no te decepcionó cuando te vinculaste a ellos?
PONCE - Pues realmente no. Porque cuando yo me fui de Nicaragua, yo llevaba ganas. Por lo muy resentido que estaba.
ENVÍO- Empezaste a trabajar para FDN... ¿Con qué resultados?
PONCE - Mi trabajo era recopilar información militar de toda Nueva Segovia más que todo. Otros preparaban los operativos... Hacer los conectes para ese frente estudiantil... En mayo de 1986 la seguridad del Estado sandinista descubre toda la red, la desarticula. Y quiebra todas las líneas de lo que eran mi trabajo. Fue un buen golpe.
ENVÍO - A tu juicio ¿cómo trabaja la seguridad sandinista?
PONCE - Bueno... Yo sé cosas que no las puedo sacar a flote por mi propia seguridad, tanto allá como aquí. Pero sí trabaja... Trabaja bastante bien.
ENVÍO - ¿En tu trabajo de inteligencia detectaste infiltrados sandinistas en FDN?
PONCE - Sí, los hay. Y muchos de estos infiltrados convivieron hasta dos años en las filas de FDN antes de que los detectaran.
ENVÍO - ¿Tu trabajo con la contra le ha costado la vida a alguien?
PONCE - Que yo sepa, directamente, no. Yo lo que hacía era mandar los informes de toda Nueva Segovia para que les montaran el operativo, pues. Pero no tienen mucha capacidad de hacer después esas cosas bien...
ENVÍO - Entonces, ¿tú puedes decir: yo no tengo muertos sobre mi conciencia?
PONCE - Yo no siento peso, ni siento culpa, pues.. Sí me dolió y me duele lo de Yalagüina... En marzo de 1986 la contra voló la sub-estación eléctrica de Yalaguina, que abastece de energía eléctrica a casi toda la Región I....
ENVÍO - ¿Eso fue responsabilidad tuya?
PONCE - Sí, eso sí. Yo pasé la información como unos tres meses antes de que montaran ese operativo. Y la verdad, nunca creí que lo iban a llevar a cabo. Ya habían hecho dos intentos de volarla pero no habían podido ni acercarse. Y esa vez, entraron 120 hombres al mando de Samuel, del Comando Nicarao, hicieron el operativo, voló la plata y salieron con un herido nada más... Lo hicieron explosivistas de los que van a recibir cursos a los Estados Unidos.
ENVÍO - Cuando supiste que habían volado la planta, ¿cuál fue tu reacción?
PONCE - Para qué decirle, me dolió. Por lo que significaba para el país y par mi zona más que todo. Además, yo también trabajé en INE antes de irme a Honduras; yo fui delegado responsable y se perfectamente lo que significa dejar sin energía a toda la zona. Cuando la volaron, pensé en toda la gente, el pueblo sin luz, la comida arruinada... Ahora creo que yo nunca quise hacer eso. Para los jefes, claro, fue una gran noticia, un gran éxito. En junio hicieron una fiesta para celebrar los golpes mas duros que hasta entonces FDN le había dado al ejército sandinista. Y salió como el mejor golpe lo de la planta de Yalagüina.
ENVÍO - Algo pequeño ese golpe, ¿no?
PONCE - Sí verdad? Muy poco el golpe. Pero allí había sido una bomba y lo celebraron con una fiesta. Recuerdo que llegaron congresistas republicanos y demócratas a celebrarlo. Estaban bien felices.
ENVÍO - ¿Sabes los nombres de esos congresistas?
PONCE - Realmente no los sé. Pero allí estaban.
ENVÍO - ¿Qué tipo de fiesta hicieron?
PONCE - Un acto cultural. Bailan folklor, tocan guitarra, poesías, cuestiones de ésas...
ENVÍO - ¿Hablaron algo los congresistas ese día?
PONCE - No, ellos no hablan en público. Ellos sólo están con Calero, con Aristides Sánchez, con Oscar Montes, con los de Tegus, los de Tegucigalpa. Con la cúpula.
ENVÍO - Y los crímenes de los contras, asesinatos de civiles.. ¿Tampoco te desalentaba mirar eso?
PONCE- En realidad, yo no miraba eso. Poco antes de irme de FDN si miré a un par de viejitos de la zona de El Cuá, que los habían degollado. Y en realidad, pues... Mire, son actitudes que toda la vida las discutíamos con otros miembros de FDN. Nos chocaban. Hay gente que no comparte ese tipo de actitudes.
ENVÍO - ¿Y por qué la permiten?
PONCE - La realidad es que todo eso lo provoca la misma falta de educación política de los comandos. Para ellos todo mundo es comunista, todo mundo es piri, así lo ven ellos. Cuando van a atacar un asentamiento, no piensan que allí hay niños sino que todo mundo es comunista y punto. Y las balas van sin nombre.
ENVÍO - ¿Y cuando entran a una casa de campesinos y los sacan y los matan...
PONCE- Es lo mismo. La mayor parte de esos crímenes es por cuestiones de intrigas, de venganza. El que no les simpatiza, es piri. y ahí mismo lo matan.
ENVÍO - ¿Y no hay posibilidad de evitar eso, de controlar?
PONCE - Es difícil, pues. Realmente no los pueden controlar. Actualmente, agarraron la modalidad, a raíz de los cien millones, de que tenían que conformar una sección de derechos humanos. Y en cada tropa anda "un derechos humanos". Pero i el derechos humanos ése es igual al comando, pues. Tiene la misma formación. ¿Qué es lo que hacen esos derechos humanos? Llevan la información de todos esos crímenes y la presentan como del ejército sandinista. Eso es lo único que hacen. Realmente, no hay ningún progreso en derechos humanos dentro de FDN. Todos estos cambios son pantalla. Yo no he visto nada real, algo positivo, yo no he visto nada. Incluso, nadie quiere desempeñar ese papel de ser derechos humanos. Les dan unos cursos, reciben algunas recomendaciones, pero en el campo de los hechos, ya la realidad es distintísima. No hay control. No, no los pueden controlar.
"Me tuvieron preso y me metieron una trampa"
ENVÍO - ¿Por qué decidiste salirte de la contra?
PONCE - Bueno, a mí comenzaron a hacerme una campana como a los 10 meses de estar trabajando. Decían que yo era un infiltrado de la seguridad sandinista. Desde el principio de llegar decían: ¿cómo va a ser posible que este piricuaco viene llegando y ya tiene un alto cargo? Toda esta campaña de los guardias se hace más recia cuando la seguridad del estado de Nicaragua hace fracasar en mayo del 86 mis líneas de trabajo. Ahí comienza una campana más directa. En septiembre de ese año y cometo la imprudencia de aprovechar el paso de la antorcha de la independencia para ver a mi mamá en la frontera. La FDN le permitió entrar. Y todo mundo decía: ¿Cuál es el privilegio que tiene él para que mire a la mamá? Porque a nadie más dejaron. De ahí, confirman su versión de que soy un infiltrado.
ENVÍO - ¿Y para entonces, ya querías salirte de FDN?
PONCE - Pues realmente no. Yo no estaba en plan de rajarme. Yo quería trabajar. Pero comenzaron las presiones. Control exactamente. Uno se mueve, pero no se mueve pues. Me pusieron vigilancia personal. Y uno sabe que a la primera debilidad que tenga, ahí no se piensa, ahí te degollan. Ahí es tumba, ahí no es cuestión de andarla pensando mucho, ahí es tumba. Comenzaron por prohibirme movilizarme a la frontera. Hasta que caí preso el 4 de noviembre de 1986.
ENVÍO - ¿Cómo te trataron en la cárcel?
PONCE - Estuve unos once días amarrado, vendado, sin comer, sin dormir, desnudo. En el Comando Estratégico, donde hay una zona que le dicen la PM, la Policía Militar. Ahí es exclusivo de guardias, que son los que protegen el Estratégico. Pura guardia, pura guardia.
ENVÍO - ¿Te golpearon?
PONCE - No, un golpe no, eso sí no. Porque ellos no estaban muy seguros. Y por eso antes de agarrarme preso me pasaron por el polígrafo, el detector de mentiras.
ENVÍO - ¿Cómo fue eso?
PONCE - Bueno, es un aparatito gringo. Son los de la CIA los que lo manejan. Me lo pusieron en la oficina de a CIA. Son diez preguntas que hacen y uno sólo puede decir sí o no, sólo eso. Me lo pusieron el 21 de septiembre y después me dejaron libre y volví a El Paraíso. Pero no me dijeron nada de los resultados. En noviembre ya me llamaron, pero era para meterme en la prisión y para los interrogatorios, la investigación. Ya directamente.
ENVÍO - ¿Sobre qué te interrogaban?
PONCE - Sobre todo lo que fue mi vida anteriormente. Los interrogatorios normales. El 3-80, el Invisible, todos sospechaban de mí.
ENVÍO - ¿Buenos interrogadores?
PONCE - Uno muy bueno. Sí. El que me investigó a mí es un guardia especialista en lo que fue el Frente Sandinista desde su fundación. El hacía ese trabajo para Somoza, interrogar sandinistas, y ahora está de investigador en el Estratégico. El 3-80 y el Invisible les mintieron a los comandantes y les dijeron que yo estaba haciendo un curso en los Estados. Pero yo estaba preso.
ENVÍO - ¿Cómo saliste de la cárcel?
PONCE - Bueno, mi señora estaba orientada a que cuando yo tardara más de 5 días sin regresar del Estratégico a El Paraíso, avisara a mi familia en Nicaragua que yo estaba detenido. Porque yo vivía preparado a que en cualquier momento me iban a investigar. Entonces, mi mamá le avisó a un tío mío que trabaja en la OEA y que fue oficial de la Guardia de Somoza, aunque se fue de Nicaragua desde el 54, precisamente por estar en un grupo de oficiales que se sublevó contra Somoza. Lleva más de 30 años trabajando en los Estados para la OEA. Ese tío mandó a un amigo al Estratégico y como 3-80 conoce a mi tío y le guarda respeto y todo, ahí cambió automáticamente mi situación. Me sacaron el día de Navidad. Fue el 3-80 directamente el que cerró el expediente.
ENVÍO - ¿Y quedaste limpio totalmente?
PONCE - Quedé en libertad. En li-ber-tad. Porque me suspendieron el carnet y todo y me seguían vigilando todo el tiempo.
ENVÍO - ¿Pensaste ya entonces en regresar a Nicaragua?
PONCE- No, yo todavía no estoy pensando en eso. Nunca. Lo que me obliga a tomar la decisión es cuando llega el invisible y me plantea una misión y me da dos meses para cumplirla, enero y febrero. La misión era volar la planta de Quisuca, la que está yendo para el lado de Somoto, donde están las antenas repetidoras de la televisión. Yo tenía que volarla. Para reivindicarme, para demostrar que yo no era un infiltrado. Pero me dan la misión y sigo bajo control, sin medios, sin apoyo, sin ningún documento para moverme... Aquella misión era una trampa, pues. Ahí sí comencé ya a maquinar: tengo que irme. El acelerón llegó con lo de Esquipulas. Consideré que era el momento para regresar a Nicaragua.
"Cuando pedí disculpas me sentí muy mal"
ENVÍO - ¿No tenías miedo a los sandinistas?
PONCE - Pues realmente no. Quizás por los orígenes de mi vida... Incluso ya tuve la oportunidad de hablar con los compañeros que provocaron aquellos problemas por los que decidí irme de Nicaragua, y todos tranquilos. Tal vez sea el momento que está viviendo Nicaragua. Creo que todos tienen que haber aprendido mucho.
ENVÍO - Cuando te entregaste, ¿qué interrogatorios te hicieron las autoridades sandinistas?
PONCE - Ninguno. Rotundamente. No hubo un solo interrogatorio.
ENVÍO - ¿Ni ningún polígrafo?
PONCE - Nada, nada.
ENVÍO - ¿Con qué recibimiento te esperaban?
PONCE - Yo esperaba un interrogatorio. Supongo que es lo normal. Pero a mí sólo me dijeron: Lester, usted está en libertad de hablar lo que usted crea que es conveniente. Aquí nadie lo presiona.
ENVÍO - ¿Pediste protección?
PONCE - No, ningún tipo. Ellos sí me advirtieron que me tenía que cuidar, que evitara andar en cuestiones de tragos. o de los de aquí no tengo miedo. Más bien de los del otro lado, ahí sí. tal vez tienen capacidad de hacerme algo.
ENVÍO - ¿Y qué dijeron en Honduras los de la FDN de tu salida?
PONCE - Ahí dijeron al comienzo que yo nunca trabajé para ellos, que yo era un refugiado al que le daban la casa y la alimentación...
ENVÍO - ¿Cómo fue el acto de entrega a tu familia? Dicen que el Teatro Segovia estaba llenísimo de gente ese 23 de agosto y tú hablándole a la gente...
PONCE - Bueno, yo me sentí como un animal raro allí ante todo mundo. Como ante un jurado. Se siente mal uno al verse así, se siente mal. ¿Usted sabe lo que es tener que pedir disculpas a una gente que lo conoce a uno? Me sentí muy mal. Pero yo les pedí disculpas de corazón, porque se lo merecen.
ENVÍO - ¿Y la reacción de la gente?
PONCE - Pues... Me dio muestras de apoyo. Gente que yo nunca creí, pues... Eso me impresionó más que todo lo que me había pasado...
ENVÍO - Este es un pueblo generoso...
PONCE - Demasiado generoso, demasiado.
ENVÍO - Si te llamaran al servicio militar, ¿irías?
PONCE - Sí, iría. Incluso yo esperaba que en el primer momento, al dejarme en libertad, me iba a venir la cita. Pero no. Si me llega, voy y tal vez no me va a costar.
ENVÍO - ¿Para lavar tus culpas?
PONCE - No, no creo que por eso. Siempre me ha gustado lo militar. Y es mi deber como nicaragüense. Iría sin problema.
ENVÍO - ¿Y la gente te mira raro en Ocotal?
PONCE - Tal vez soy yo el que miro las cosas raras. Porque todavía me estoy adaptando.
"Nunca hubo principios políticos"
ENVÍO - ¿Crees que la contra está derrotada estratégicamente, como dicen los sandinistas desde hace tiempo?
PONCE - Bueno, la realidad es que las estrategias que ellos han ido tirando no les han dado resultado. La famosa cabeza de playa que han estado buscando siempre, el territorio liberado. Buscándola desde el 83 y nunca la han podido tener. No por falta de capacidad militar, no, porque el comando está bien preparado, aunque es verdad que la diferencia numérica con los sandinistas es enorme...
ENVÍO - Los sandinistas dicen que el número de contras es ahora de unos 6 mil...
PONCE - No lo sé cierto, pero sí, puede ser. Pero no es sólo por el número. También son cuestiones de moral. Aquí hay un principio que los mueve y allá no. Aquí la moral es indiscutible y allá... Allá no hay ninguna escuela política, allí es sólo guerra. Yo noté que a esta gente le faltan principios. Hacen la guerra por el comunismo y el anticomunismo, pues, pero no hay ningún principio. Estos comandos andan peleando, pero realmente no saben por qué. Faltó mucho. Falta mucho. ¡Principios, pues! No los hay, no los conocí nunca. Cualquiera que va a un curso ahí lo que va a recibir es cómo hacer la guerra: Mirá, vamos a hablar de explosivos, éstos son los nuevos explosivos... Los mantienen al día con nuevas técnicas, pero cuestiones políticas nunca. No hay algo que diga: aquí está un proyecto, un programa.... por esto peleamos. Nada. En el 86 tiraron por ahí con el FODENIC, Fomento Democrático Nicaragüense, que era el supuesto Partido de FDN. ¿Y en qué se convirtió? En un pleito de perros. Todo mundo quería se el presidente... y no resultó nada.
ENVÍO - ¿Y de quién fue esta idea?
PONCE - De los mismos. Unos que fueron grandes colaboradores de la guardia... La verdad es que ha faltado cohesión. Es falta de principios político. Pelean sin política, solo por hacer la guerra... Y tampoco hay un verdadero entendimiento desde el último de abajo al último de arriba. Es decir, que el comando exige, por ejemplo, que Mack (Benito Bravo, ex-guardia) vaya a la guerra, pero Mack no va, y el comando hace lo mismo que ve hace a Mack: un jefe de fuerza de tarea dice que va con 100, 150 hombres para Estelí. Pero no, se da la vuelta aquí no más antes de llegar al río y que no pudimos pasar y punto. Mack le enseñó eso. Y Mack tranquilo. Entonces, son fallos también en lo que es la guerra, en la dirección. La guerra se hace dentro en la dirección. La guerra se hace dentro, pero los jefes pasan cómodamente. Y eso lo conocen perfectamente los comandos. Y saben cómo vive Mack y todos los jefes. Tienen ese reclamo, pero a quién le van a reclamar?
ENVÍO - Entonces ¿la contra está derrotada?
PONCE - Desde hace tiempo, cada combate ha sido una derrota contundente. Actualmente los jefes ya no creen en cabeza de playa ni en nada. Ya sólo mandan a los comandos a andar en grupos pequeños, diseminados, dañando lo más posible. Ese es ahora su criterio: dañar, dañar, dañar. Ese es el trabajo, la estrategia. Ya no tienen la fuerza.
ENVÍO - ¿Qué van a significar los acuerdos de Esquipulas en esta situación?
PONCE - Esquipulas es el escape para muchos realmente y a no desean continuar la guerra, aunque no para los cabecillas, que realmente hacen el negocio de su vida con el asunto de la ayuda norteamericana. Pero también a ellos les ha golpeado mucho este asunto de Esquipulas, porque ellos saben que militarmente nunca van a derrotar a los sandinistas...
ENVÍO - Entonces, ¿terminará la guerra con Esquipulas?
PONCE - Tal vez sí, tal vez no. Porque la guerra no depende de Esquipulas. La guerra depende de Reagan.
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