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Universidad Centroamericana - UCA  
  Número 44 | Febrero 1985

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Nicaragua

La guerra sucia de los paladines de la libertad

Envío conversó con la religiosa estadounidense Nancy Donovan, que trabaja en Limay, donde la contrarrevolución realizó emboscadas el 8 de enero. Donovan estuvo unas horas en poder de los contrarrevolucionarios. Su testimonio permite comprender mejor las características de los grupos militares que Estados Unidos financia en su guerra contra Nicaragua.

Equipo Envío

El 9 de enero, Carlos Manuel Morales, dirigente revolucionario, despedía emocionado en Estelí los cadáveres de 11 obreros asesinados en varias emboscadas contrarrevolucionarias ocurridas en los caminos cercados al pueblo de San Juan de Limay el día anterior: "Los perros amaestrados del gobierno de los Estados Unidos son los asesinos de nuestros campesinos, de nuestros maestros y obreros, de nuestros jóvenes, de nuestros ingenieros..." El presidente de los Estados Unidos no los llama "perros amaestrados" sino "paladines de la libertad" y se manifiesta "orgullosos" de lo que ellos hacen.

En los últimos tres meses, las fuerzas contrarrevolucionarias, a la espera de recibir más fondos del Congreso norteamericano, han incrementado los ataques a objetivos civiles -especialmente cooperativas campesinas- y las emboscadas a vehículos civiles, asesinando con saña a sus ocupantes.

Como resultado de las emboscadas del 8 de enero en los alrededores de Limay, una religiosa norteamericana, que trabaja pastoralmente en la zona, Nancy Donovan, estuvo durante algunas horas en poder de los contrarrevolucionarios. Envío tuvo oportunidad de hablar con ella. Su sencillo testimonio aporta datos de interés para una mejor comprensión de las características de la actual guerra de agresión contra el pueblo de Nicaragua, una guerra que apoya el gobierno de los Estados Unidos y que es calificada, desde la perspectiva norteamericana, como de "baja intensidad", pero que para los escasos recursos humanos y materiales con los que cuenta Nicaragua es de "altísima intensidad".

Nancy Donovan tiene 52 años. Es religiosa Maryknoll desde hace 35. Durante 29 años ha trabajado en Centroamérica y desde hace tres y medio en Nicaragua, en la parroquia campesina de San Juan de Limay (Estelí), en donde con otra religiosa también norteamericana, y supliendo la falta de sacerdote, representan al obispo y desarrollan todo tipo de trabajo pastoral: organización y acompañamiento de las comunidades de base, preparación y celebración de los sacramentos, catequesis, cursillos de formación, visitas a las comunidades... Conoce mucho la zona, conoce mucho a su gente.

"Todos eran civiles y los mataron"

"El día 8 salí bien temprano de Limay hacia Estelí para una reunión a la que nos habían llamado nuestro obispo, Rubén López Ardón. Tuve que pedir "raid" a un vehículo particular. El transporte está muy mal allá. El 9 de diciembre los contrarrevolucionarios quemaron el único vehículo público que había en nuestro pueblo. Para algunos aquel bus viejo era como camión de ganado, pero para nosotros era bien útil, lo único que teníamos. Los emboscaron, secuestraron a varias personas que viajaban en él y luego lo quemaron. Mientras ardía, bajaban de Estelí por el mismo camino unos camiones que llevaban trabajadores con sus familias que andaban visitando... También los emboscaron, secuestraron a algunos y asesinaron a cuatro personas. Nadie era militar ni andaba armas. Todos eran civiles y los mataron".

En Nicaragua las carreteras son pocas y deficientes. Los caminos secundarios están aun en peor estado. El transporte es un auténtico problema. Cada día está más afectado por las limitaciones económicas para adquirir piezas de repuesto con las que prolongar la vida de vehículos que ya son viejos. Para poder trasladarse de un lugar a otro hay que aprovechar cualquier vehículo que circule. Vehículos particulares -que van atestados-, vehículos militares -que dan "raid" a los civiles-, vehículos estatales que andan resolviendo problemas o prestando servicios: salud, construcción, comunicaciones, reforma agraria... Todos estos vehículos, indiscriminadamente, son blanco de los contrarrevolucionarios. Los emboscan, los destruyen y asesinan o secuestran a sus ocupantes.

"Aquella mañana del 8 de enero me dio "raid" una familia de campesinos que en un pick-up andaba trasladando sus poquitas cosas a Estelí. Eran refugiados. En el ataque contrarrevolucionario al pobladito de Platanares, el 27 de diciembre, perdieron su casa y quedaron aterrorizados. También le dieron "raid" esa mañana a un muchacho de unos 18 años.

Los ataques de las bandas y fuerzas contrarrevolucionarias y su accionar han provocado el desplazamiento de más de 100 mil campesinos en todo el país. Ellos son estos "refugiados". En general, son campesinos de comarcas de montaña, dispersas y aisladas, que después de un ataque, de represalias tomadas contra los miembros de la comunidad comprometidos con tareas de la revolución, huyen, buscando refugios en las cabeceras municipales o departamentales. Atender a estas miles de familias es un enorme desafío adicional de la actual guerra.

"Me llevaron a un lugar en donde los vi con el uniforme azul de los del FDN"

"Como a 6 kilómetros de Limay, antes de entrar en la carretera nueva a Estelí, vimos que un tractor estaba detenido en mitad del camino. Cinco hombres, con los uniformes azules del FDN aparecieron allí y detuvieron nuestro vehículo. Nos obligaron a bajar y nos juntaron a otras 25 personas que tenían agrupadas en un barranco. Después de 10 minutos a nosotros nos dejaron seguir. Nunca supimos que pasaría con todas aquellas personas que allí tenían.

Seguimos. Comencé a temer por todos los que aquella mañana salieran de Limay y fueran detenidos por los contrarrevolucionarios. Pensé que seguramente habría más de ellos en el camino y que, por eso, lo mejor era tratar de regresar enseguida a Limay para avisar del peligro. Después de 4 kilómetros llegamos a El Pedernal. Le pedí al chofer que siguieran ellos y que me dejaran allí para tratar de avisar a los de Limay de lo que pasaba. En cuatro casas anduve buscando un caballo pero no tenían. Entonces decidí caminar por un caminito que conocía bien y que me llevaría desde Platanares hasta Limay.

A los 2 kilómetros, después de pasar las casa de Pozo Colorado, dos hombres armados del FDN me detuvieron. Me dijeron que no podía seguir, hablaron pro sus walkie-talkies y después me llevaron a un lugar en donde había 20 más con el uniforme azul del FDN. Algunos campesinos que pasaron también por ahí fueron detenidos. No tenía reloj, pero calculo que serían las 8 cuando comencé a oír disparos que venían del camino en donde nos habían emboscado. Se oía fuego de artillería pesada. Empecé a rezar por la vida de los que, seguramente, estaban siendo emboscados".

¿Cómo logran los contrarrevolucionarios operar libremente en algunas zonas durante determinados períodos de tiempo? ¿Cómo se explica este "control"? ¿Cuál es su base social? La Hna. Nancy lo explica así para la zona de Limay: "Los contrarrevolucionarios viven fijos en dos o tres de nuestras comunidades. Han ganado a algunos campesinos, que no entienden mucho lo que pasa. Les hablan del comunismo, les regalan cosas que escasean o los meten en eso por conectes familiares... En esas comunidades viven, allí tienen sus familias y de allí salen a matar o a emboscar. Hay campesinos a los que los jefes -que son de otros lados- los ocupan sólo para alguna acción.

Entonces salen de la comunidad y se ponen los uniformes. Los jefes ya son más preparados y mantienen contacto con jefes de otras zonas. Se les ve con muy buenos equipos de comunicación. toda esta situación no es del todo controlable por el ejército y crea inseguridad y una gran desconfianza entre campesinos de una comarca y de otra. ¿Quién da de comer a los contras, quién es "oreja"...? Y así, aunque tratamos de explicar el problema, nuestras comunidades se han dividido. Esta guerra que viene desde afuera ha enemistado a unos campesinos con otros".

"Nos pusieron en fila a caminar"

"Después de hablar por sus walkie-talkies, los contrarrevolucionarios pusieron en fila a todos los civiles que habían sido detenido y nos hicieron caminar. Yo oí que decían: "Aquí hay una mujer". Algunos de los que eran campesinos contrarrevolucionarios ya sabían que yo era una monja americana. Muy pronto me separaron a mi de los demás y me llevaron con tres de ellos. No se que pasó con los otros campesinos, no supe más de ellos. Al poco tiempo encontramos a otros 20 contras más y como al kilómetro a otros 20 más. Había algunos con uniformes sandinistas. Caminamos dos kilómetros, hacia Santa Ana. Yo les insistía en que me dejaran regresar a Limay, pero nada. Después, por zonas montañosas, llegamos hasta Los Encuentros. Debajo de un árbol de mango había 20 más de ellos. Serían unos 60 en total los que yo miré.

Pro el camino me dijeron que si quería hablar por la radio de ellos, la "15 de Septiembre", la que funciona desde Honduras. Con los equipo que tienen, yo podría haber hablado desde allí mismo. No quise. También por el camino iban hablando del éxito que habían tenido las emboscadas... Era el tiroteo que yo había oído. Peor aún no sabía lo que había pasado".

El tipo de argumentación de los contrarrevolucionarios

Algunas conversaciones de la Hna. Nancy con los contrarrevolucionarios campesinos más sencillos ejemplifican el tipo de argumentación que emplean:

-Ustedes siempre se quejan de que con la revolución faltan cosas. Entonces, ¿por qué quemaron nuestro vehículo?

-Porque era del Estado

-Pregunten a la gente de Limay y todos les van a decir: ése era nuestro bus.

-No, ese bus no era del pueblo. Si fuera del pueblo nadie tendría que pagar...

.........

-¿Y por qué secuestran, por qué matan a la gente?

-Nosotros sólo hacemos eso a los sandinistas y a todos los que van con el ejército...

-Pues nosotros no íbamos con el ejército...

-Todos son sandinistas...

..........

-¿Me van a dejar ir?

-¿Es la primera vez que tienes contacto con nosotros?

-Sí.

-¿Verdad que creíste que éramos malos?

-A mí no me toca juzgar a nadie. Cada quien tiene su conciencia. Las obras son lo que importan.

-Nosotros sólo hacemos daño a los sandinistas. La revolución es mala, es comunista y atea.

-¿Cómo lo saben?

-Nosotros nunca habíamos visto que para conseguir azúcar tuviéramos que hacer fila con una tarjeta. Eso es el comunismo.

-¿Y cómo saben que es atea?

-Los nueve comandantes están contra la religión?

-Pero ustedes ¿han tenido algún problema con su religión?

-Nosotros no...

-Pues yo soy religiosa y el único problema lo he tenido con ustedes, en los lugares en los que están ustedes...

"Ya tenemos mochilas nuevas"

"Los contrarrevolucionarios que me tenían con ellos estaban bien uniformados. La mayoría tenían las letras FDN en el uniforme azul. Uno tenía escrito: "U.S. Army" y otro, en un brazo, "Solideri of Fortune". Second Convention". Todo lo que llevaban se veía nuevo. "Mira -me dijeron- contale a los sandinistas que ya tenemos mochilas nuevas." "Hay un avión -me dijeron también- que pasa muy quieto en las noches y nos deja caer buenas provisiones".

No es sólo una base social campesina la que permite a los contrarrevolucionarias vivir e instalarse con cierta facilidad en algunas zonas apartadas. Desde hace años la contrarrevolución es abastecida por aire, con aviones -muchos de ellos norteamericanos-, que saliendo de bases en Honduras y Costa Rica, violan impunamente el espacio aéreo nicaragüense para aprovisionar a estos grupos. Los medios defensivos nicaragüenses no pueden interceptar estos vuelos, aunque sí llegan a detectar muchos de ellos.

"Llegaron cuatro del FDN que se veía que eran jefes. Me interrogaron debajo de un árbol. Querían saber mis contactos, registraron mi bolso, revisaron mi agenda y anotaron direcciones de algunas personas de allá de Limay. Aquellos sí eran gente preparada, no campesinos. Muy bruscos, muy mandones. Me dijeron después de algunos en Limay que esos son de los que reciben cursos en Panamá. Sabían quién era yo y por eso no me hicieron nada. Después de discutir entre ellos a través de los walkie-talkies me dejaron ir. Eran como las 3.30 p.m.

Caminando, llegué hasta Santa Ana, donde una familia me dio comida y un café. Un campesino me llevó en su caballo hasta La Grecia, a 3 ó 4 kms. de Limay. Después andando, llegué allá, como a las 6. Ese día careo que caminé como 18 kms.

"Mataron a mucha gente, algunos eran mis amigos"

Cuando llegué a Limay supe lo que había pasado. 14 personas, civiles todas, habían sido asesinados por los contrarrevolucionarios en dos emboscadas en el camino por donde yo había pasado. Eran los tiroteos que yo había escuchado. Dos días después encontraron otro cadáver más, el de Freddy.

Mataron a mucha gente. Algunos eran mis amigos. De los 15, nueve eran técnicos y obreros del Ministerio de la Construcción, dos eran trabajadores del Instituto de Recursos Naturales, estaba el chofer de un tractor, dos muchachos que andaban cortando café... Además, destruyeron cuatro tractores. Allí los mire.

Pasé esa noche y el día siguiente lavando los cadáveres, consolando a sus familias, rezando con ellos, enterrando a los que eran de Limay... Tardamos en informar de todo lo que había pasado porque los contrarrevolucionarios habían destruido las líneas telegráficas y telefónicas hacía un mes.

Mataron al hijo de Tránsito Calderón y de Conchita, dos Delegados de la Palabra de Limay; aquel muchacho de 18 años que pidió "raid" conmigo en la mañana. Lo sacaron del vehículo después de que me habían bajado a mí. Encontraron su cadáver hasta dos días después. Se ensañaron con él, lo torturaron. Ese es un matrimonio con cinco hijos y los cinco muy cristianos, muy revolucionarios, muy buenos. A la hora del entierro, uno de los hermanos dijo: prometo venganza. Y su mamá lo abrazó y le dijo:"hijito, nosotros somos cristianos y no podemos hablar de venganza". Y el papá y la mamá lo que hicieron fue animarlos allí mismo, a sus cuatro hijos, a ser fieles a su compromiso revolucionario.

Mataron al hijo de Don Paco. El es un señor de 60 y pico de años, que ya se ve viejo y acabado por que no deja de trabajar. Ahora está construyendo casas para un nuevo asentamiento para una cooperativa. SAle de mañanita y regresa ya muy tarde muy cansado. Su hijo de 18 años estaba trabajando de tractorista en la cooperativa. Se lo mataron en la emboscada. Don Paco estaba aguantando su tristeza, aunque sentía algo de alivio porqué el cadáver del muchacho no estaba tan maltratado como el de los otros. Porque los contrarrevolucionarios no sólo matan sino que antes de matar hacen barbaridades. Les cortan los brazos, les acuchillan todo el cuerpo. Y así, cuando las familias reciben los cuerpos, además de la tristeza del hijo muerto está la tristeza de mirarlo totalmente desfigurado. Yo no he visto el Manual de la CIA que les han dado a esta gente. Yo lo que veo es que la orden de ellos es matar, atemorizar, hacer todo el mal que pueden...

Y además de los muertos en la emboscada, estaban los secuestrados. Ese día secuestraron a diez personas y todavía no sabemos nada de ellos".

La táctica del secuestro

En su guerra de agresión, los contrarrevolucionarios emplean siempre la táctica del secuestro. Algunos de los campesinos o campesinas -a veces niños- de las cooperativas o comunidades atacadas o de los grupos que son objeto de emboscadas son secuestrados. Generalmente secuestran a los más jóvenes y fuertes para incorporarlos al grupo armado o para que carguen el equipo, para que trabajen como cocineras, etc. Muchos de estos secuestrados logran escapar en la noche de los campamentos o lo hacen aprovechando el desconcierto durante un enfrentamiento con el ejército sandinista. Los que huyen han contado al regreso detalles de la vida con los contrarrevolucionarios. Muchos de los secuestrados no vuelven nunca.

"Yo no sé ni cuántos secuestrados tenemos ya en Limay. Ahí está Tranquilino, un Delegado de la Palabra, que ya tiene tres hijos secuestrados. Primero le llevaron a uno de 15 años y a otro de 18. Ahora, cuando quemaron el vehículo público, le secuestraron al otro. Nada sabe de ninguno de los tres. Es un hombre de ideas bien claras sobre lo que está pasando y está sufriendo tanto... Hay una señora en Platanares. A ella le secuestraron al esposo y a un hijo hace un año. Ahora, el 27 de diciembre, cuando atacaron esa comunidad, le llevaron al mayor de 14 años, que estaba en la cooperativa. Ella es hoy una mujer acabada. Solita, con sus cinco hijos chiquitos...

Desde diciembre no nos han dejado vivir. Mucho dolor, demasiado dolor. Las Navidades fueron muy difíciles. El día 27 fue el ataque a Platanares, donde hay una cooperativa. Rodearon el poblado, rafaguearon las casas de los campesinos, sacaron a la gente de sus casas. Algunos estaban durmiendo. los pocos hombres que tenían armas para defenderse se defendieron. Cayeron seis. Secuestraron algunas mujeres, mataron a otros dentro de la casa, quemaron casas, las saquearon, robaron dinero, ropa de niños... Ahora ya nadie vive en Platanares... ¿Quién va a cosechar el café, el maíz? Perdemos lo poco que tenemos.

El día 28 tuvimos las primeras comuniones de 40 niños, pero la fiesta duró poco. Tuvimos que apurarnos a terminar la celebración y sacar aprisa a los niños de la iglesia porque a la puerta ya teníamos los cadáveres de los campesinos asesinados en Platanares...Hemos tenido ya tantos muertos que no hay ataúdes ni lugar en el cementerio ni sábanas para envolver los cuerpos..."

¿Qué le diría al Presidente Reagan?

ENVÍO:

Hermana Nancy, ¿qué le diría al presidente de su país si tuviera ocasión de hablarle?

Hna. Nancy:

Señor presidente: la gente a la que usted llama "freedom fighters", "paladines de la libertad", está cometiendo un gran crimen en Nicaragua. No sólo causan sufrimientos sino que representan al espíritu del mal actuando en este país. Algún día usted tendrá que responde a Dios por todo esto. Como tendría que estar respondiendo ya ante su pueblo por esos actos que usted patrocina y que son actos diabólicos. Si usted quiere ayudar al pueblo de Nicaragua, así no le ayuda. Y si lo que usted quiere es sembrar miedo, cuídese, porque a lo mejor está sembrando más determinación. Muchos norteamericanos conscientes de lo que está pasando en Nicaragua le envían cartas diciéndole: Basta ya. Y eso es lo que yo le digo: basta ya!

Mapa


Principales emboscadas, secuestros y ataques a civiles entre noviembre 1984 y enero 1985

Noviembre 1984

2- Emboscada a vehículo que iba de El Cuá a S. José de Bocay transportando material electoral. Fueron asesinados sus 6 ocupantes. Entre ellos, 2 militares, 1 maestra y 1 enfermera.

2- Secuestro de 18 campesinos en Casa de Tabla (9 kms. al SE de Nueva Guinea).

5- Ataque y destrucción de la cooperativa ULI (7 kms. al E de Siuna).

5- Ataque a la Colonia La Fonseca (19 kms. al SE de Nueva Guinea). Hostigamientos a la Colonia José Benito Escobar (20 kms. al NE de Nueva Guinea) y a la Colonia La Esperanza (10 kms. al NE de Nueva Guinea). Cuatro campesinos muertos y 1 herido.

7- Ataque a la Cooperativa El Hormiguero (12 kms. al O de siuna).

14- Ataque de 300 contrarrevolucionarios a la UPE cafetalera La Sorpresa (35 kms. de Jinotega). Fueron asesinadas 4 mujeres, 2 niños tiernos y 8 campesinos y secuestrados 5 campesinos, entre ellos 2 mískitos. Las instalaciones de la cooperativa, el beneficio del café y las casas fueron quemadas. 2 millones 500 mil córdobas en perdidas materiales. "Si los vemos cortar café los colgaremos de la cabeza", amenazaron a la madre de uno de los niños asesinados.

15- Emboscada a un jeep que acudía a conocer los daños de La Sorpresa. Fueron asesinados sus 7 ocupantes. Entre ellos, una niña, un periodista, el gerente del Banco de Desarrollo y 3 delegados del FSLN en la zona.

15- Ataque a la Cooperativa Ernesto Acuña (10 kms. al NO de La Dalia, Matagalpa). 4 campesinos cayeron defendiéndola.** (Viven en la cooperativa 42 familias campesinas, con 200 niños).

16- Ataque de 150 contrarrevolucionarios a la Cooperativa cafetalera Bernardino Díaz Ochoa (16 kms. al NE de Waslala). Fueron asesinados 3 niños y 3 campesinos y secuestrada una joven y quemadas las instalaciones de la cooperativa. 258 mil córdobas en pérdidas materiales.

25- Ataque a la UPE Las Mercedes (16 kms. al SE del Valle de El Cuá, Jinotega).

Diciembre 1984

1- Ataque a la Cooperativa El Floripón (16 kms. al SE de Siuna).

4- Emboscada de 200 contrarrevolucionarios a un camión que iba de Telpaneca a San Juan del Río Coco con 31 cortadores de café. Fueron asesinados 29 de ellos; 17 fueron quemados y degollados después de resultar heridos. Durante unos días resultó imposible identificar los cadáveres. La mayoría de los muertos eran empleados de instituciones estatales y de TELCOR (telecomunicaciones) que iban a las haciendas a cortar café voluntariamente. La magnitud y las características de esta masacre motivaron el primer comunicado de un obispo en clara condena a la guerra de agresión y en solidaridad con sus víctimas (Obispado de Estelí, 14 de diciembre).

4- Emboscada a vehículo de TELCOR entre el Regadío, y Limay (Estelí), con trabajadores que estaban revisando las líneas de comunicación de la zona. Fueron asesinados 4 trabajadores, 1 resultó herido y 4 secuestrados.

7- Emboscada a vehículo de PROFACSA a 26 kms. al E de Nueva Guinea. Fueron asesinados 3 obreros y 3 resultaron heridos.

9- Emboscada a vehículo de MIDINRA (Reforma Agraria) en Los Altos (8 kms. al O de San Juan del Río Coco). Fueron asesinados 10 jóvenes cortadores voluntarios de café.

9- Emboscada a camioneta de MIDINRA en El Pedernal (San Juan de Limay). El chofer fue asesinado.

9- Emboscada a vehículo de la Junta Municipal de Limay. Fueron asesinados sus 3 ocupantes, un obrero, un ingeniero y un policía.

11- Ataque a al Cooperativa La Mancera (16 kms. al SE de Waslala). Fueron asesinados 7 campesinos.

12- Ataque a la comunidad de Raitudura (2 kms. al O de Laguna de Perlas, Zelaya). Cuatro muertos y un herido.

13- Destrucción de 3 casas hacienda de fincas privadas de café, de una bodega y un dispensario médico en La Pita El Carmen (22 kms. al S de Wiwili).

13- Emboscada a camioneta de MIDINRA en Quebrada Honda (13 kms. al N de Yalí). Fueron asesinados 9 de sus ocupantes (5 milicianos, 3 técnicos y 1 funcionaria del Ministerio de Educación) y 4 resultaron heridos.

15- Emboscada a un jeep de MIDINRA en el puente El Danto (Nueva Guinea). Fueron asesinados sus 5 ocupantes (2 campesinos, 1 niño y 2 técnicos). Se dirigían a la asamblea anual de la cooperativa cacaotera de la zona.

20- Secuestro de 16 campesinos cerca de Macuelizo (16 kms. al O de Ocotal) y de otros 5 en El Naranjito (5 kms. al SE de Wiwilí)

20- Emboscada a ambulancia de la Cruz Roja Nicaragüense en al carretera de Puertos Cabezas a Matagalpa. Murió la paciente que estaba siendo trasladada de urgencia y resultaron heridos 4 socorristas. La ambulancia resulto seriamente dañada.

26- Emboscada a vehículo civil en Zompopera (16 kms. al SO de Wiwilí). Fueron asesinados 6 de sus ocupantes, entre ellos 2 niñas y resultaron heridos 2).

27- Ataque a la Cooperativa de Quebrada Honda (12 kms. al O de Estelí). En la defensa cayeron 7 campesinos y 2 resultaron heridos.

Enero 1985

3- Ataque a la cooperativa La Llave y a la Colonia la Fonseca (18 y 12 kms. de nueva guinea). Las comunidades fueron destruidas parcialmente.

4- Ataque a la comunidad Valle Santa Cruz (17 kms. al SE de Quilalí). 4 casas fueron destruidas.

4- Emboscada a camioneta en Cerro Verde (Jinotega). Fueron asesinados 4 de sus ocupantes (2 maestros) y fueron heridos 2.

5- Ataque a la colonia San José (26 kms. de Nueva Guinea).

5- Ataque al poblado Rancho El Espino (17 kms. al NE de Macuelizo, Nueva Segovia).

5- Emboscada a 2 camiones del Ministerio de la construcción en Corre Viento (14 kms. al NE de Quilalí). Los vehículos fueron quemados y los choferes torturados.

6- Ataque a la comunidad Caño Monte Cristo (18 kms. al E de Atlanta, Zelaya). Una niña fue asesinada.

7- Secuestro de 6 campesinos en La Paz (7 kms. al N de San Rafael del Norte).

8- Emboscada a 4 tractores del Instituto de Recursos Naturales y de la Empresa del Café en la Reforma (5 kms. al NE de San Juan de Limay). Fueron asesinados los 4 choferes y dañados lo 4 tractores. 800 mil córdobas en pérdidas materiales.

8- Emboscada a un jeep y una camioneta del Ministerio de Construcción en Loma Atravesada (12 kms. de San Juan de Limay). fueron asesinados los 9 ocupantes, trabajadores y técnicos que iban a iniciar un proyecto vial.

10- Secuestro de 60 campesinos (hombres, mujeres y niños) en Comarca Santos y Caracito (Nueva Guinea).

11- Emboscada a camioneta del MIDINRA en Fila Teocacinte (8 kms. de La Concordia, Estelí). Asesinados 4 de sus ocupantes.

11- Ataque e incendio d e la hacienda de granos básicos de san Antonio de UDA (11 kms. de Jinotega).

11- Incendio de la finca Filadelfia (35 kms. de Nueva guinea).

16- Emboscada en El Naranjo (Waslala) a un camión que traslada a viudas y niños huérfanos de guerra. Una madre, un niño y dos hombres que iban acompañándoles fueron asesinados. Dos madres y una niña resultaron heridas de gravedad.

26- Secuestro en Rama Kay (Zelaya) del Vicedecano de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Nicaragua, de un estudiante de medicina y de 2 trabajadores de la salud.

28- Emboscada a camioneta en la Rica (Yalí). Asesinados 2 campesinos productores privados y heridos 3 técnicos de MIDINRA.

28- Emboscada a camioneta en S. Pablo de Kubalí (17 kms. al NO de Waslala). Asesinados 4 ocupantes, entre ellos un niño y heridos los otros 3 (también entre ellos, un niño).

28- Ataque al poblado de Wasallamba (Zelaya). Secuestro de campesinos y destrucción de 2 tractores de la comunidad.

Los datos de esta cronología están tomados de los informes del Ministerio de Defensa que han sido publicados en la prensa nicaragüense.

Las emboscadas y ataques a civiles en el mes de noviembre y comienzos de diciembre tenían, dentro de la estrategia contrarrevolucionaria, el objetivo de sabotear la cosecha del café. Después de las importantes y exitosas ofensivas militares que el ejército sandinista inició a finales de diciembre, estas emboscadas y ataques se inscriben dentro de una serie de represalias territoriales realizadas a la desbandada y como acciones de desesperación. Los resultados de ambas estrategias son los mismos: muerte y destrucción.

En las cooperativas campesinas existen Milicias de Autodefensa. Algunos campesinos tienen armas y han aprendido a manejarlas para defender a la comunidad si ésta es atacada.

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