Nicaragua
“En estos tiempos de inseguridad y de insomnio...”
Palabras de la Rectora de la Universidad Centroamericana de Managua,
Mayra Luz Pérez,
al entregar a Mauricio Miranda, José Adán Silva y Luis Galeano, periodistas de El Nuevo Diario, el primer premio del segundo Certamen a la Excelencia en Investigación Periodística
por su serie de reportajes sobre “el caso Tecnosa”,
uno de los más escandalosos casos de corrupción del actual gobierno;
y una mención especial al periodista Oliver Gómez, también de END,
por las investigaciones sobre las contrataciones que la empresa estatal ENEL
pretendía realizar con la empresa Gero-ICI, una firma española “de maletín”,
otro sonado caso entre las muchas irregularidades gubernamentales.
Mayra Luz Pérez
Solemos afirmar y vivenciar con frecuencia que vivimos tiempos de incertidumbre acuciados por la carencia de justicia y de bienestar. Al respecto, ya hemos citado un breve pero extraordinario estudio titulado “Nostalgia de una justicia mayor”, en el cual el padre Antoni Blanch, profesor emérito de la Universidad de Comillas, basándose en dos grandes escritores del siglo XX, Bertold Brecht y Albert Camus, nos habla de la desproporción moderna entre el valor de la justicia como un mínimo aceptable y el valor de la misma como un máximo deseable por el cual se debe luchar siempre.
Para el padre Blanch, somos seres nostálgicos, en el sentido de que carecemos de un referente de justicia éticamente exigente, que se enraíce en una concepción de la vida humana y de la vida social más integrada con los valores morales y espirituales.
En estos tiempos de inseguridad y de insomnio, el pensamiento de los dos autores evocados, aparentemente ajenos a nosotros en el tiempo y en la geografía, nos proyecta, sin embargo, una mayor comprensión de nuestra propia realidad. Ante un entorno como el suyo, carente de fe en el ser humano, con una ciudadanía víctima de los poderes, Brecht, a través de su obra, moviliza nuestros ánimos en búsqueda de la justicia. Asimismo, ante una situación de pobreza y opresión, propios de su tiempo, Camus nos hereda una obra destinada a promover una moral universal de corte humanista, insertada en una inquietud existencial que trasciende la resignación y el fatalismo, en búsqueda de un horizonte más humano.
Ciertamente, somos seres nostálgicos en búsqueda de respuestas. En medio de las inquietudes, necesitamos reencontrarnos con los valores propios de la naturaleza humana para crear un país mejor. De ahí que una vez más, unida en una voluntad común con los medios de comunicación, la UCA quiere renovar a través de este segundo Certamen a la Excelencia de la Investigación Periodística, en memoria de María José Bravo, la responsabilidad de dar aportes para la construcción de un proyecto de país donde tenga cabida una nueva mirada política y social que nos aproxime al desarrollo que merecemos como nicaragüenses.
La segunda mitad del siglo pasado, a nivel mundial, no sólo fue testigo del poder inmenso de los medios de comunicación sobre los procesos políticos y sociales para transformar el futuro. También fue testigo, pese a las innegables distorsiones existentes provocadas por el poder económico, del surgimiento de una nueva ética, en la cual el ejercicio de la investigación periodística a fondo, simbolizada en el caso Watergate, tuvo una incidencia determinante y positiva.
Hoy, el reto de los medios de comunicación en nuestro país ha de unir, a la exposición de la verdad, el descubrimiento de los valores democráticos, bajo una lógica que ha de imponerse a los fantasmas del egoísmo y del miedo. Se trata de contribuir a la creación de un nuevo sistema con justicia social a partir de un diálogo con la verdad y con la propia conciencia, apropiándose del sentir que manifestara Henrich Böll: viendo la realidad tal como es, con mirada humana, con ojos ni completamente secos ni bañados en llanto, aunque capaces de secarse o de humedecerse.
La realización de esta segunda edición del Certamen a la Excelencia en Investigación Periodística, más allá de los frágiles cimientos de la comunicación social en otros tiempos, nos manifiesta el potencial de ésta para convertirse en un núcleo de pensamiento, de conocimiento y de referencia, que con una responsabilidad histórico-política contribuye en la construcción de la democracia a través de una nueva relación prensa-ciudadanía, a favor de una conciencia civil que ha dejado de ser simple receptora para convertirse en protagonista, con toda propiedad, de la historia que vamos construyendo a nivel nacional y regional.
Los doce trabajos que han participado, involucrando además de la prensa escrita a los medios de radio y televisión, no sólo consolidan los fundamentos de la formación periodística, sino que también manifiestan una fuerte exigencia ética que va removiendo los cimientos entre el periodismo, los poderes y la sociedad, en el marco de las nuevas leyes y de criterios irrenunciables como los de transparencia, el sentido de lo público y lo privado, la defensa del estado de derecho y la lucha contra la corrupción.
Este certamen, con otras acciones, como cursos libres y diplomados impartidos en ocho ciudades de Nicaragua, en torno al eje de la investigación periodística, además de una futura Maestría en Comunicación, se inserta en el proyecto de “Desarrollo de las capacidades en periodismo de investigación con énfasis en la corrupción”, gracias al Convenio de Cooperación entre la Universidad Centroamericana y el Reino de Noruega y representa también un importante aporte al crecimiento de los ya altos niveles de credibilidad y de confianza que la sociedad nicaragüense reconoce a los medios de comunicación, en un contexto marcado por la creciente y lamentable desconfianza hacia las instituciones del Estado. Todo ello, bajo la lógica del acercamiento a la sociedad y a la interacción de la academia con el gremio periodístico, contribuyendo al diálogo permanente que ha de animar el desarrollo de la cultura democrática de nuestro país.
Con la entrega de los reconomientos a los mejores trabajos investigativos, la UCA también manifiesta una señal constructiva ante el desafío de generar una nueva mentalidad, capaz de imponerse al escepticismo para promover expectativas y construir alternativas; para el descubrimiento de oportunidades y posibilidades que orienten el tránsito de esta sociedad nuestra, que anhela caminar del conflicto a la paz y de la frustración política y moral a la esperanza.
Desde este punto de vista, esperamos con mucha ilusión, y tal como ya hemos señalado, que este ejercicio sea la expresión de una práctica periodística que habiéndose profundizado en los últimos años continuará desplegándose con una actitud crítica y propositiva ante las instituciones; con un nuevo marco de valores para enfrentar la pobreza a favor del desarrollo; con un nuevo estilo de liderazgo mediático definido como atractivo, firme y sin estereotipos; con una profesionalidad inteligente, entrenada en el cuestionamiento propio y con una capacidad para respaldar a nuestra sociedad y a todos los estamentos que la representan. Siempre desde una perspectiva de complejidad ajena a la mediocridad de pensamiento y de visión y, por tanto, enrumbada a contribuir a la reivindicación de quien es, como diría José Saramago, la prioridad absoluta del universo: el ser humano.
Y como también es humano el gesto agradecido, quisiera añadir que este ahora y estos resultados que hoy nos convocan no habrían sido posibles sin la confianza depositada en la UCA a través de su Facultad de Humanidades y Comunicación, por parte del Reino de Noruega, representado en nuestro país por el Señor Embajador Kristen Christensen, a quien damos las gracias en nombre de nuestra Universidad. De la misma manera que hacemos extensivo nuestro agradecimiento a los miembros del jurado calificador, los amigos Xiomara Chamorro, Rubén Aguilar y Ricardo Roque.
En consonancia con su misión, la UCA continuará siendo fuente de estímulo y de apoyo, como savia y como fermento, en la dinamización de los procesos vinculados a la libertad de expresión, parte de un quehacer de perspectiva indagadora, honesta y comprometida con Nicaragua, diciendo con todos ustedes y con Neruda en su Canto General:
Por eso te hablaré de estos dolores que quisiera apartar, /
te obligaré a vivir,
una vez más, entre sus quemaduras, / no para detenernos como en una estación, al partir, /
ni tampoco para golpear con la frente la tierra, /
ni para llenarnos el corazón con agua salada, / sino para caminar conociendo,
para tocar la rectitud /
con decisiones infinitamente cargadas de sentido, /
para que la severidad
sea una condición
de la alegría, /
para que así seamos invencibles.
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