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Universidad Centroamericana - UCA |
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Número 89 | Noviembre 1988 |
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Nicaragua
Noticias del mes
Equipo Nitlápan-Envío
EL OBISPO CASALDALIGA Y NICARAGUA
El 27 de julio de 1985 llegó a Managua Dom Pedro Casaldáliga, obispo español-brasileño, responsable de la diócesis de Sao Félix do Araguaia. Era la primera vez que Mons. Casaldáliga salía de Brasil en 17 años. El ayuno por la paz y en denuncia del terrorismo norteamericano, que había iniciado el padre Miguel D'Escoto 20 días antes, convocó a Dom Pedro, quien vino a solidarizarse con el pueblo nicaragüense. Al término de su visita, Mons. Casaldáliga se comprometió públicamente a venir a Nicaragua todos los años, y a hacerlo de forma inmediata si los Estados Unidos intervenían militarmente. En aquella ocasión, Dom Pedro fue a El Salvador, donde visitó la tumba de Monseñor Romero.
En la Cuaresma de 1986, 1987 y 1988 Mons. Casaldáliga cumplió su promesa y cada año, aproximadamente durante un mes, visitó diferentes comunidades cristianas de todo el país, con las cuales compartió la Palabra de Dios y celebró la Eucaristía. La presencia y el apoyo de un obispo católico, en medio de comunidades católicas que nunca han visto contradicción entre su fe y el proceso revolucionario, representó para miles de creyentes un consuelo y un estímulo evangelizador. En estas tres ocasiones, el obispo Casaldáliga visitó El Salvador, Honduras y se encontró también con los refugiados guatemaltecos que viven en la región de Chiapas, México.
En junio de 1988, Mons. Casaldáliga realizó, por primera vez e 20 años, la visita "ad límina", viajando al Vaticano para encontrarse con el Papa Juan Pablo II. Dom Pedro habló también con el Cardenal Ratzinger, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y con el Cardenal Gantin, Prefecto de la Congregación de Obispos. Esta visita fue precedida de una carta que Dom Pedro había enviado a Juan Pablo II en 1986 y que sobre Nicaragua decía entre otras cosas: "No pretendí sustituir al Episcopado local, ni subestimarlo. Creí, sin embargo, que podía y hasta debía ayudar a aquel pueblo y a aquella Iglesia. Así se lo comuniqué por escrito a los obispos de Nicaragua, tan pronto como llegué. Intenté conversar personalmente con algunos de ellos, pero no fui recibido. La jerarquía nicaragüense está abiertamente de un lado; al otro lado hay millares de cristianos, a los que también se debe la Iglesia. ¿Sólo con el Socialismo o con el Sandinismo no puede dialogar la Iglesia, críticamente sí, como críticamente debe dialogar con la realidad humana? ¿Podrá la Iglesia dejar de dialogar con la Historia? Dialogó con el Imperio romano, con el feudalismo y dialoga, a gusto, con la burguesía y con el capitalismo, muchas veces acríticamente, según ha tenido que reconocer una posterior evaluación histórica. ¿No dialoga con la Administración Reagan? ¿El imperio norteamericano merece más consideración de la Iglesia que el proceso doloroso con que la pequeña Nicaragua pretende ser ella, por fin, arriesgando y hasta equivocándose, pero siendo ella?"
En julio, ya de regreso en Brasil, Mons. Casaldáliga escribió a sus amigos de todo el mundo también a los de Nicaragua una carta circular en la que describía cond etalle las incidencias de su paso por el Vaticano, deteniéndose en las preguntas que le hicieron los Cardenales y en las respuestas que él les dio. E esa carta hacía referencias a Nicaragua: "El Cardenal Gantin toca, en serio, el problema de mis visitas a Nicaragua: "Esto ya es un fatto" Dejar la propia diócesis para ir a otro país, interferir en otro episcopado...". Yo intento explicarme. Pero a lo largo de esos encuentros romanos vi que Nicaragua es lo que menos se puede explicar allí. Cuento por qué fui a Nicaragua durante el ayuno contra la agresión y con el respaldo de 23 compañeros obispos; cito mi amistad anterior con los nicaragüenses, mis cartas a los obispos del país, mis idas a otros paises centroamericanos y la buena acogida de hermanos obispos e esos países. Hablo de la solidaridad, de lo que significa Nicaragua para toda América Latina. Recuerdo que hay cristianos, católicos más concretamente en ambos lados y que la Iglesia como Jerarquía tiene la obligación de atender al otro lado también. Cito el escándalo que ese otro lado sufre. o nos convencemos..."
En otra parte de esa misma carta, cuando Mons. Casaldáliga refiere las conclusiones de su visita, tambien aparece el tema de Nicaragua: "Muy enérgicamente, y en nombre de la Congregación de los Obispos, me recrimina otra vez, el Cardenal Gantin, mis idas a Nicaragua. Voy a rezar, lo pensaré, lo consultaré con mis compañeros, respondo. El 24 de septiembre, cables de prensa procedentes de Brasil informaban que Dom Pedro había recibido, por vía de la Nunciatura en Brasil, y en una comunicación que no llevaba ni sello ni firma, una intimación del Vaticano en la que se le imponía disciplinariamente la visita ad límina de forma periódica y se le prohibía viajar a Centroamérica sin el consentimiento de los obispos del lugar y dar entrevistas públicas."
Sin aclararse aún en el Vaticano el exacto valor de este documento y conociendo su repercusión en todo el mundo y en particular en la Conferencia de Obispos Brasileños, esperamos que este asunto se pueda arreglar por el bien de los pobres, privilegiados por Jesús, y por el bien de la Iglesia. Y al esperarlo, hacemos nuestro un comentario que sobre este hecho hiciera "Carta a las Iglesias" de San Salvador, en su número de finales de septiembre: Lo más triste es que, amparándose en normas y reglamentos la curia vaticana o sus sectores más conservadores, se descalifica de hecho a un obispo que defiende a los pobres, arriesgando su vida por ellos, les mantiene en su fe y da credibilidad a la Iglesia.
Con ocasión del desastre causado por el huracán Juana, Mons. Casaldáliga envió un mensaje telefónico por vía radial a todo el país el día 26 de octubre. En él informaba de su compromiso, junto a la presidencia de la Conferencia Nacional de obispos del Brasil, para poner en movimiento a "Cáritas" para una gran campaña de solidaridad con Nicaragua en todo el Brasil: "Basta tener corazón para sentir con ustedes. Desde este momento mi solidaridad con Nicaragua es total."
BALANCE DEL HURACÁN "JUANA" UN HURACAN EXTRAÑO
"Joan" (Juana), el quinto huracán de la temporada ciclónica en el Caribe en 1988, se formó como depresión tropical el 10 de octubre en aguas del Atlántico, a la altura de las islas de Cabo Verde. Se hizo tormenta tropical al sur del arco de las Antillas y ya convertido en huracán, causó destrozos en las costas de Venezuela y Colombia. Después, se dirigió hacia Centroamérica, provocando inundaciones en Panamá y Costa Rica. El huracán se desplazó siempre muy lentamente e incluso estuvo prácticamente un día estacionado frente a las costas nicaragüenses. Nicaragua fue el único país centroamericano tocado por el huracán y el más afectado por su violencia. A territorio nicaragüense entró en la noche del 21 al 22 de octubre, sin apartarse prácticamente de los 11-12 grados ni de la dirección este-oeste. En el momento de su entrada por Bluefields, los vientos del huracán tenían una velocidad de hasta 260 kms/hora. y un desplazamiento de entre 8 y 12 kms./hora. El área de destrucción era de 150 kms. de diámetro.
Al llegar a Juigalpa, en su recorrido hacia el occidente, los vientos del huracán, después de cocar con los bosques y las montañas centrales del país empezaron a reducir su velocidad y, por tanto, sus efectos destructivos. Juana llegó a Managua con vientos de entre 50 y 70 kms/hora, desconocidos en la capital de Nicaragua. Alrededor de las 2 de la madrugada del 23 de octubre, Juana salió al Pacífico, transformado en la tormenta tropical "Miriam", avanzando siempre hacia al oeste y causando fuertes lluvias en Honduras, El Salvador y Guatemala. La constancia de los vientos en seguir un curso próximo a las costas sin debilitarse, sino agarrando más fuerza, y en no abandonar prácticamente el paralelo 12 una vez que tocó tierra en Nicaragua, ha intrigado a los meteorólogos, pues esto constituye un comportamiento atípico en esta clase de fenómenos, que se caracterizan por ser mucho más erráticos e imprevisibles. Es también anormal que la Costa Atlántica de Nicaragua sea afectada por este tipo de huracanes y mucho más extraño que todo el país sea atravesado por ellos.
"Juana" recorrió 320 kms. desde la Costa Atlántica a la Costa del Pacífico, arrasando los primeros 100 kms. de ese camino, afectando una superficie de casi 48 mil kilómetros cuadrados y causando daños en las dos terceras partes del territorio nacional.
UN DESASTRE ECOLÓGICO
El huracán fue un serio desastre ecológico, por los daños de magnitud aún incalculable que produjo en los suelos y los bosques. La reserva maderera del país, uno de los rubros que mas divisas puede aportar en el futuro al país, se vio seriamente dañada. Entre Bluefields y Nueva Guinea, una franja de 6 mil kms. cuadrados quedó prácticamente arrasada. El área total afectada se calcula en un millón de hectáreas de bosques, entre las cuencas de los ríos Escondido y Punta Gorda, lo que equivale al 12% de la cobertura de bosques húmedos y latifoliados del país. En esta zona se calculan pérdidas totales de más de 40 millones de metros cúbicos de madera, en árboles jóvenes y adultos -tardan 30-40 años en crecer- lo que equivale a 15 años de deforestación irracional, como la que se hacía en los tiempos del somocismo. La pérdida de tan extensas áreas de bosques afectara el hábitat natural de la fauna de estas zonas y la capa fértil del suelo. En 8 mil kms. cuadrados del mar costero la contaminación provocada por los aluviones de los ríos pone en peligro a camarones y langostas. Nicaragua solicitó ayuda de ecologistas de la RFA y de Suecia para evaluar exactamente estos daños.
ESCUELAS DESTRUIDAS O DAÑADAS
Las escuelas destruidas totalmente o seriamente dañadas por el huracán fueron 350, de las cuales 190 pertenecen a la Región V y 110 al Atlántico Sur. En estas dos regiones se tuvo que clausurar el curso escolar después del huracán , con una anticipación de un mes y medio, afectando a unos 16 mil alumnos. En las escuelas de Corn Island, Blueflields, El Rama y Nueva Guinea no sólo se perdió la planta física de la escuela sino todo el material educativo el incluso los registros escolares. En todo el país, escuelas y colegios, por tener más sólida construcción, sirvieron de refugio a decenas de miles de personas.
INSTALACIONES DE SALUD AFECTADAS
3 hospitales, 10 centros de salud y 18 puestos de salud fueron afectados y/o destruidos al paso del huracán. Pero la mayor afectación sanitaria está, sobre todo, en el peligro de epidemias que podrían desatarse en algunos lugares como consecuencia de la gran mortandad de animales y el afloramiento, por las inundaciones, de cementerios y letrinas. En los días siguientes al huracán se desarrollaron en la capital y en otras ciudades campañas de fumigación, de educación sanitaria y de tratamiento preventivo de la malaria.
CARRETERAS, ELECTRICIDAD, COMUNICACIONES DESTRUIDAS
En un país con una infraestructura de comunicaciones muy deficientes, el huracán dejó inservibles 651.2 kms. de carreteras y caminos, afectando así a otros miles de kilómetros más e la red vial. Sólo en la Región VI (Matagalpa y Jinotega) se calculan 1,600 kms. de caminos asfaltados o de tierra seriamente dañados. Los vientos y las aguas destruyeron también 66 puentes (29 en la Región VI y 22 en la Región V). Esto dificultará no sólo el tráfico de vehículos sino también el mismo abastecimiento y atención a los damnificados de las zonas más castigadas por el huracán. Y, naturalmente la actividad productiva. La infraestructura energética sufrió daños en 11 mil kilómetros de líneas eléctricas de todo el país. Se calculan en $2 millones y medio las reparaciones y en $10 millones la renovación de líneas que quedaron inservibles. El "Juana" destruyó dos emisoras radiales de la cadena estatal CORADEP: la de Blufields y la de Nueva Guinea y afectó seriamente los equipos de la emisora de Jinotega.
CAFÉ ARRUINADO
Para este ciclo se esperaba una cosecha de 910 mil quintales oro, superior en un 9% a la del ciclo anterior. Los vientos y lluvias torrenciales afectaron los cafetales de dos formas: provocando la acelerada y uniforme maduración del grano y dañando la infraestructura de caminos necesarios para sacar la producción. La maduración prematura obligará a adelantar la cosecha y exigirá mayor cantidad de trabajadores en un tiempo menor. También provocará la caída de granos, que se perderá en tierra. Esta caída y la afectación de los caminos pone en riesgo el 30% de la cosecha total. Sólo en la Región VI, la de mayor producción cafetalera del país, el 40% de los caminos vinculados al café -unos 304 kms- sufrieron deterioro, con destrucción en por lo menos 119 kms. y 25 puentes. Las pérdidas globales en el cafe se estiman en $14 millones. El café produce la mitad de las divisas que Nicaragua obtiene con sus exportaciones. El café del ciclo anterior se vendió a $137 el quintal. Para este ciclo, el precio internacional puede que sea más bajo: en septiembre/88 la oferta eran de sólo $112 por quintal.
PERDIDAS CONSIDERABLES EN LA GANADERIA
Las pérdidas son relativamente considerables: por muerte de ganado, daños en la infraestructura y probable disminución en la producción, especialmente en la Región V, en donde se concentra el 50% del hato ganadero nacional. Se calcula que en todo el país murieron ahogadas 15 mil cabezas de ganado el 71% eran terneros menores de un año, quedando muchas otras afectadas por estrés, falta de vacunas y vitaminas y disminución de pastos, anegados por las lluvias. Es previsible una disminución de la producción de leche y una mayor dificultad en el acopio de ésta y sus derivados por los daños en los caminos.
En ganadería porcina, los daños mayores se dieron en el cerdo criollo o cerdo de patio, criado por los campesinos. Sólo en la Región del Atlántico Sur se calcula que murieron ahogados 7,200 cerdos domésticos. La avicultura doméstica también se vio seriamente dañada, murieron el 90% de las aves en las zonas más dañadas por el huracán y el 40% en las menos afectadas. Hay pérdidas por unos $260 mil en la avicultura industrial de empresas de la Región IV y III.
MAIZ, FRIJOL, SORGO: DAÑOS GRAVES
En 1988 se esperaba la mejor producción de maíz de los últimos 10 años. Las pérdidas mayores se dieron en la cosecha de primera, por daños en las plantaciones y en los caminos para el acopio. e calculan unos 950 mil quintales perdidos (2 meses de consumo nacional), entre el maíz de primera y el de postrera, con un valor de $5.6 millones. Hasta octubre de 1989, y especialmente a partir de marzo, se espera una crisis en el consumo nacional de maíz. Se perdieron también semillas de maíz, que hubieran producido 1 millón 800 mil quintales del grano.
El frijol estaba en el final de la cosecha de primera y en cultivo de al de postrera. Los efectos negativos fueron muy parecidos a los del maíz. Se calculan pérdidas totales de 373 mil quintales (unos 3 meses de consumo nacional) por un valor de $5.2 millones. Es previsible una crisis en el consumo interno entre junio y noviembre de 1989. Las pérdidas en sorgo fueron mayores en el sorgo para consumo animal -unos 150 mil quintales- que en el sorgo millón para alimentación humana: 38 mil quintales. No hubo pérdidas en la soya.
BANANO Y PLATANO AFECTADOS
Aunque las zonas donde se produce el banano de exportación están en Chinandega, se produjeron daños totales o parciales en 890 manzanas. Al momento de pasar Juana, este cultivo estaba en época pico de cosecha, produciéndose 155.470 cajas semanales, de las que un 76% tenía calidad exportable. Se calcula que habrá una reducción del 8% de la producción esperada y que en 1989 se dejarán de producir 800 mil cajas. En total, las pérdidas son por valora de $8 millones, lo que representa un 55% del total de divisas esperada en 1988 en este rubro. El plátano de producción campesina fue uno de los productos más afectados en todas las zonas azotadas por el huracán, calculándose 68 millones de unidades perdidas y 5.500 manzanas dañadas total o parcialmente.
PERDIDAS EN AZUCAR Y ALGODON
Los daños totales en el azúcar se calculan en $3 millones. Las mayores pérdidas se dieron en el ingenio de Kukra Hill (Atlántico Sur). En el algodón, los daños fueron parciales y en los algodonales más viejos. Se calculan $900 mil en pérdidas de producción exportable.
ARROZ: SERIAMENTE DAÑADO
Fue uno de los cultivos más seriamente dañados. Cuando llegó el huracán se iniciaba la cosecha de arroz de secano y estaba avanzada la siembra de arroz de riesgo. Ambos cultivos quedaron afectados. En arroz de secano se esperaba la mejor cosecha de los últimos 5 años: 603 mil quintales oro. El 45% de esta cosecha se perdió. En el arroz se riego se dieron pérdidas por inundación de áreas sembradas y daños en la infraestructura. Se estiman pérdidas de por lo menos 125 mil quintales oro. La pérdida directa de arroz equivale a casi 2 meses y medio de consumo nacional. Arroz, frijol y maíz son los tres alimentos básicos de los nicaragüenses.
PESCA SEVERAMENTE AFECTADA
Fue uno de los rubros mas afectados por el huracán, porque en las tres empresas pesqueras del Atlántico Sur se procesa el 60% de las exportaciones de pescado, camarones y langostas. De estas 3 plantas industriales, las 2 de Bluefields quedaron prácticamente destruidas y la de Corn Island, parcialmente. En la flota de pesca industrial y en la de pesca artesanal hubo daños graves. Los 2 astilleros para todos estos barcos pesqueros sufrieron también afectaciones.
HORTALIZAS, FRUTAS, CACAO, PALMA AFRICANA: PERDIDAS CONSIDERABLES
En hortalizas y frutas las pérdidas son considerables, tanto para la economía campesina como para la incipiente industria, pero no están suficientemente evaluadas. Esto afectará el consumo interno y el funcionamiento de la industria procesadora de Granada. En el cacao hubo fuertes pérdidas, principalmente en 500 manzanas de plantación en Nueva Guinea y daños parciales en las plantaciones de Waslala y Río Blanco. Se perdieron 5,300 quintales de cacao, aunque el mayor impacto se dio en la capacidad de producción futura. El centro experimental de El Rama, que producía semilla de cacao para renovar y ampliar las plantaciones, fue destruido, perdiéndose 700 mil semillas ($350 mil). En el coco hubo daños totales en 2,600 manzanas, con pérdidas de $1.3 millones, y pérdidas calculadas para los próximos 4 años de $3.3 millones. En los dos proyectos de palma africana (Kukra Hill, en el Atlántico Sur, y El Castillo, en Río San Juan) hubo algunas afectaciones, pero no daños significativos.
30 MIL VIVIENDAS DESTRUIDAS
Se calculan 30 mil viviendas destruidas en todo el país. La mayoría de estas casas son ranchos campesinos, muy pobres, hechos de madera, paja, adobe, con techos de zinc, lata o madera. La fragilidad de la construcción hizo casi total la destrucción de la mayoría de estas casas. Puede calcularse un promedio de 5 personas habitando en cada una de estas casas. La reconstrucción de ese tipo de casas, valiéndose para ello de los muchos árboles caídos y de las primeras ayudas de emergencia fue relativamente rápida.
SECTOR AGROPECUARIO EN CRISIS
En este ciclo, se calcula que la producción agrícola caerá en un 13%, por la pérdida del 22% del valor bruto de la producción de consumo interno. Los daños a la capacidad productiva del sector agropecuario -destrucción total y parcial de plantaciones, muerte de animales y daños a la infraestructura- se calculan en $40 millones. Según un cálculo global y preliminar, las pérdidas en el sector agropecuario ascienden a 124 millones de dólares.
UNA CANCIÓN PARA "JUANA"
Unas horas después del paso del huracán, el cantautor Luis Enrique Mejía Godoy compuso una canción a "Juana la huracana", que después se siguió oyendo por todas las emisoras radiales. El estribillo de la canción dice: "El huracán tendrá que irse, ¡y se fue!/y nadie olvidará a Juana la huracana/y su apocalipsis/y hay que levantar/todo lo destruido/que este pueblo nació/sólo para vencer y no ser vencido".
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