Internacional
¿Internacionalizar la Amazonía?
La Amazonía brasileña,
unos 360 millones de hectáreas surcadas por el río más grande del mundo,
el Amazonas, 80 mil kilómetros -la distancia entre New York y Berlín-
guarda la mayor reserva de biodiversidad del planeta.
Este ecosistema único, complejo, excepcional,
es un colosal Patrimonio de la Humanidad,
¿Debe ser internacionalizada la Amazonía brasileña?
Cristováo Buarque
Hace más de cuatro años, y durante un debate en una Universidad en Estados Unidos, el entonces gobernador del Distrito Federal de Río de Janeiro y actual Ministro de Educación del Brasil, Cristovão Buarque, fue interrogado por un joven ecologista estadounidense sobre sus ideas en torno a la internacionalización de la Amazonía -tantas veces descrita como “pulmón de la humanidad”-, una tesis sostenida con insistencia en los círculos de poder de Washington.
El joven dijo que esperaba ver en la respuesta de Buarque la visión de un humanista y no sólo la de un brasileño. La respuesta, dada hace ya cuatro años, no sólo tiene intacta su actualidad y su vigencia, sino que con ella ha sucedido lo que cada vez más sucede con algunos, bastantes (¿muchos?) mensajes importantes y sorprendentes: las páginas web de la Internet los reproducen, acompañándolos de la implícita consigna digital “pásalo”: dalo a conocer, compártelo, gózala, es una idea brillante, es una “joya intelectual”, es para todos. Son centenares las páginas web que citan hoy la respuesta de Buarque al estudiante gringo. Ningún grupo, organización, institución o publicación que se precie de difundir un pensamiento alternativo al “pensamiento único” ha dejado de reproducir su respuesta, humanista y brasileña. Más vale tarde que nunca: la revista Envío también la reproduce. La comparte. La pasa a papel y a sus lectores. Y aplaude su genial contundencia.
“DESDE EL PUNTO DE VISTA
DE UNA ÉTICA HUMANISTA...”“Como brasileño yo estoy en contra de la internacionalización de la Amazonía. No porque nuestros gobiernos descuiden este patrimonio, deja de ser nuestro. Como humanista, sabiendo del riesgo de degradación ambiental que sufre la Amazonía, puedo imaginar su internacionalización, como también imagino la internacionalización de tantas otras cosas que también tienen importancia para la Humanidad.
Si desde el punto de vista de una ética humanista, la Amazonía debe ser internacionalizada, internacionalicemos también las reservas de petróleo del mundo entero. El petróleo es tan importante para el bienestar de la Humanidad como la Amazonía para nuestro futuro. A pesar de esto, los dueños de las reservas petroleras se sienten con el derecho de aumentar o de disminuir la extracción de petróleo y de subir o bajar su precio.
Creo también que el capital financiero de los países ricos debería ser internacionalizado. Si la Amazonía es una reserva para todos los seres humanos, es justo que no pueda ser devastada por incendios a voluntad de un propietario o de un país. Pero, quemar la Amazonía es tan grave como el desempleo que provocan las decisiones arbitrarias de los especuladores financieros del mundo. No podemos permitir que las reservas financieras sirvan para devastar y quemar países enteros en nombre de la especulación”.
“INTERNACIONALICEMOS A LOS NIÑOS DEL MUNDO COMO PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD”“Antes que la Amazonía fuera internacionalizada, me gustaría ver la internacionalización de todos los grandes museos del mundo. El Museo del Louvre no debe pertenecer sólo a Francia. Cada museo del mundo es guardián de las más bellas obras producidas por el genio humano. No se puede permitir que ese patrimonio cultural, como el patrimonio natural amazónico, sea manipulado y destruido por voluntad de un propietario o de un país. No hace mucho, un millonario japonés decidió enterrarse al morir con un cuadro de un gran pintor. Antes que eso sucediera, ese cuadro debía haber sido internacionalizado.
A la par de este encuentro, la Organización de Naciones Unidas está realizando la Cumbre del Milenio. Algunos Presidentes de varios países tuvieron dificultades para asistir, por restricciones en la frontera de los Estados Unidos. Viendo esto, yo pienso que New York, como ciudad sede de las Naciones Unidas, debe ser internacionalizada. Por lo menos, Manhattan debería pertenecer a toda la Humanidad. También París, Venecia, Roma, Londres, Río de Janeiro, Brasilia, Recife... Cada ciudad del mundo, con su belleza específica y su historia, debería pertenecer a la Humanidad entera, al mundo entero.
Si los Estados Unidos quieren internacionalizar la Amazonía, temiendo el riesgo de dejarla en manos de brasileños, internacionalicemos todos los arsenales nucleares de los Estados Unidos, porque este país ya demostró al mundo que es capaz de usar esas armas y provocar una destrucción miles de veces mayor que los lamentables incendios que devoran las selvas del Brasil.
En sus debates electorales, los candidatos a la Presidencia de Estados Unidos han defendido la idea de internacionalizar las reservas forestales del mundo como una forma de canje de la deuda externa de los países endeudados. Mi propuesta es que usemos esa deuda para garantizar que cada niño y cada niña del mundo tengan la posibilidad de comer y de ir a la escuela. Internacionalicemos a los niños y a las niñas, tratándolos a todos, no importando el país donde nacen, como un patrimonio que merece el cuidado de toda la humanidad, aún mayor que el cuidado que la Amazonía merece del Brasil. Cuando los dirigentes políticos del mundo traten a los niños pobres del mundo como un patrimonio de la Humanidad, no dejarán que trabajen cuando deberían estudiar, y no los dejarán morir cuando deben vivir.
Así que, como humanista, acepto defender la internacionalización del mundo. Pero, mientras el mundo me trate como brasileño, lucharé para que la Amazonía sea nuestra, ¡sólo nuestra!”
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